A seis años de la muerte del escritor colombiano, su legado sigue vigente
CIUDAD DE MÉXICO.- Aunque han pasado seis años de la muerte de Gabriel García Márquez (1927-2014), el escritor colombiano sigue siendo una de las figuras más importantes en el mundo de la literatura contemporánea. Su estilo propio, lleno de fantasía y surrealismo, inundó cuentos y novelas; sin embargo, también supo hablar de la realidad por medio del periodismo.
Nació en Aracataca, Colombia, un 6 de marzo de 1927. En este lugar pasó sus primeros años, lo que después tuvo un impacto en sus historias. No obstante, más tarde fue enviado a estudiar cerca de Bogotá. Al elegir una carrera universitaria decidió estudiar Derecho, vocación que abandonó para dedicarse al periodismo.
Participó en diversos diarios nacionales como El Heraldo y El espectador, en este medio escribió uno de sus primeros cuentos, pero es en 1955 que el mundo conoció la verdadera pluma del escritor cuando publicó La hojarasca; más tarde llegó El coronel no tiene quien le escriba (1961) y antes de escribir su célebre Cien años de soledad (1967), también escribió La mala hora (1962). A todos estos textos se sumaron otros grandes relatos como Crónica de una muerte anunciada (1981) y El amor en los tiempos del Cólera (1985).
No obstante, el periodismo y la literatura no le fueron suficientes, pues se adentró también en la industria del cine al escribir —en colaboración con Carlos Fuentes— el guion de El gallo de oro (1964), a esta película le siguieron algunas como Tiempo de morir (1966) y El año de la peste (1979), por la cual obtuvo el Ariel a mejor guion.
Su talento al escribir, ya fuera para un reportaje o una novela, le valió la admiración de grandes figuras del mundo literario como Ryszard Kapu?ci?ski, quien aseguró que el gran mérito de García Márquez consistió en “demostrar que el gran reportaje es también gran literatura”. Al reconocimiento de sus colegas se sumó el de las instituciones culturales, tal como la Real Academia de las Ciencias de Suecia, la cual en 1982 le otorgó el Nobel de Literatura.
El 17 de abril de 2014 la muerte lo alcanzó en la Ciudad de México, a la edad de 87 años. A su paso por este mundo dejó a la sociedad personajes como "El coronel Aureliano Buendía", "Fermina Daza", "Santiago Nasar" y "Remedios, la bella", quienes seguirán contando sus historias.