El gobernador Francisco Vega de Lamadrid confía en que una vez en el cargo de gobernador constitucional el gobernador electo Jaime Bonilla Valdez cambie su discurso, que afirma es el mismo que siendo candidato.
Redacción/ HIPTEX
TIJUANA.- Ya siendo gobernador constitucional, enterado y viendo las cosas, el discurso del gobernador electo Jaime Bonilla Valdez, que es igual a cuando era candidato, tendrá que ser diferente, consideró el gobernador Francisco Vega de Lamadrid.
Este lunes, en conferencia de prensa confió en que ya en funciones, “enterado y viendo las cosas, yo creo que verdad que tendrá que ser diferente, pero yo aquí voy a estar”.
Así respondió interrogado acerca de los comentarios del gobernador electo en el sentido de que una vez en funciones lo encarcelará.
Apuntó que el discurso de Bonilla Valdez no ha cambiado, es el mismo que cuando estaba en campaña y ya es gobernador electo.
“Yo aquí vivo y todos ustedes me conocen perfectamente bien. Lo que yo creo que está sucediendo es de que el discurso del gobernador electo no ha variado, un discurso de campaña ahora como gobernador electo, no ha variado.
Yo sé que ya siendo gobernador constitucional, enterado y viendo las cosas yo creo verdad que tendrá que ser diferente, pero yo aquí voy a estar. Aquí voy a estar yo”, insistió.
Tuve cuatro años de luna de miel política y electoralmente y dos complicadisimos, sobre todo el último porque la política se complicó y no para bien, reflexionó.
Mucho de lo que yo he estado impulsando lo van a empezar a ver porque se tendrá que hacer realidad, como la construcción de la planta desalinadora en Rosarito. No hay otra forma de resolver el problema. “Cuando empiecen la planta se van a acordar de Kiko”, consideró.
El problema de agua es fuertísimo, planteó, los incendios dieron una lección de la necesidad de una segunda fuente de abastecimiento.
Se tuvieron que abrir hidrantes y cargar muchas pipas de agua; se está escaseando el agua.
A la CFE se le quemaron muchos cables eléctricos que llevaban electricidad a las bombas y por eso se tuvo que suspender el servicio en 160 colonias de Tijuana. CFE actuó rápido día y noche y pudo habilitarse.
El acueducto de 40 años que se construyó para 30 está podrido, dijo, el diámetro de 5.3 metros por segundo ya no puede llevar más agua.
“Ojalá la historia nos siga dando la razón en muchas cosas”. Fue complicado y difícil con un boquete presupuestal de 7 mil millones de pesos.
“Viene el sospechosismo será falta de recurso o estrategia política”, recalcó. (lgs)