Hay muchos los factores involucrados en la baja tasa de donación en México porque, de acuerdo con cifras, hay 4.5 donadores fallecidos por cada millón de habitantes y es un número muy bajo con respecto a lo reportado en España, donde se tienen 46.9 donadores.
Por: Carlos Trejo Serrano
CDMX.- Sólo 12 por ciento de cada 10 mil mexicanos –es decir, mil 200- han tomado la decisión de sumarse a la donación de órganos y tejidos, de acuerdo con un estudio realizado por el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA).
“Eso quiere decir que hace falta mucha sensibilización e información para cubrir la alta demanda de trasplantes en México”, argumentó el director general del CENATRA, José Salvador Aburto Morales, en entrevista con Notimex.
En nuestro país realizan unos siete mil 500 trasplantes cada año, pero se tienen más de 22 mil 500 personas en la lista de espera y de tener una nueva oportunidad de vida, según datos del Registro Nacional de Trasplantes.
Este registro podría ser mayor porque todavía falta por incorporar a quienes siguen en protocolo y evaluación médica. Pero, aun cuando lograran sumarse a la engrosada base de datos, nada se tiene garantizado porque su condición de salud tiende a volverse crítica y su espera sólo dura de meses a años.
Esta situación conduce a que cada año fallezcan entre 8.0 y 10 por ciento de esos pacientes, sin haber obtenido un nuevo órgano o tejido para mejorar su calidad de vida, comenta Aburto Morales.
Hay muchos los factores involucrados en la baja tasa de donación en México porque, de acuerdo con cifras, hay 4.5 donadores fallecidos por cada millón de habitantes y es un número muy bajo con respecto a lo reportado en España, donde se tienen 46.9 donadores.
MUERTE CEREBRAL
Para José Salvador Aburto Morales, experto en la materia, la población aún desconoce que la muerte cerebral es la condición idónea para la donación post mortem de órganos y tejidos -tanto médica como legal-.
“El cerebro perdió su vitalidad, pero el resto de los órganos siguen funcionando” porque el corazón sigue en operación, al mandar sangre oxigenada a todo el cuerpo menos al cerebro, explica.
“Entender este concepto es importante que necesitamos compartir con la sociedad para (…) saber que podemos morir por muerte encefálica o parada cardiaca”, pues la mayoría piensa que eso ocurre sólo cuando se detiene el corazón, apuntó.
El funcionario sostiene que la muerte encefálica es lo más común entre los jóvenes por algún accidente de automóvil, motocicleta, caídas, golpes y heridas por arma de fuego. “Esas lesiones del cerebro son incompatibles con la vida”, remarca.
La muerte encefálica “es la parte que las familias aún desconocen porque comentan: Como me pide si estoy de acuerdo con la donación, cuando mi familiar no ha muerto porque el corazón sigue latiendo”, comparte.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que en 2017 fallecieron 703 mil 47 personas, de las cuales 88.6 por ciento —622 mil 647— obedecen a enfermedades y problemas relacionados con la salud.
El 11.4 por ciento —80 mil 400— son por causa externas, como las heridas o lesiones sobre todo relacionadas con accidentes al ascender a 36 mil 215 y le siguen homicidios, con 32 mil 079, y suicidios, con seis mil 559, quienes pudieran evaluarse como potenciales donadores de órganos.
Ante esas cifras, Aburto Morales considera que en nuestro país “no tendríamos lista de espera” si 50 mil -de los 700 mil fallecimientos anuales- donaran sus órganos o tejido para salvar una vida o brinden mayor calidad.
SUMAN ESFUERZOS
Si bien se han sumado 96 mil personas como donadores voluntarios al Registro Nacional del Cenatra, el número es muy bajo al comprarlo con los casi 130 millones de mexicanos. “Lamentablemente todavía falta mucha información y sensibilización hacia la sociedad”, insiste.
Señala que uno de los problemas está en la falta de certeza y claridad de esas cifras, pues cada dependencia, organización y estado tienen su propio conteo de donadores y eso hace más complicado tener un panorama nacional de la situación real.
Por ello, Aburto Morales anticipó que antes de concluir el 2019 se pondrá en marcha el Registro de Donador Voluntario, un proyecto enfocado a unificar las cifras de todos aquellos interesados en sumarse a esa labor altruista.
El registro permitirá que las personas puedan inscribirse desde su dispositivo móvil o computadora e incluso imprimir su identificación como donador voluntario, pero -acentúa- es importante compartir esa decisión con la familia para que se respete la voluntad expresada de donar.
“Cuando las personas mueren, no todo está perdido, porque pueden transcender en vida a través de la donación de órganos”, reitera el funcionario, quien añade que el 65 por ciento -de 10 mil mexicanos- aseguró que su familia tiene conocimiento de su decisión.
“Pero entre el dicho y el hecho hay mucho trecho”. Desafortunadamente los familiares desconocen el deseo de su pariente y deciden no dar el paso de apoyar la decisión de donar.