TIJUANA.- Actualmente México es el socio comercial más fuerte de Estados Unidos, esto sobrepasando a países como China y Canadá, sin embargo, el crecimiento de ambas naciones de América del Norte dejo de ir a la par, a comparación de lo que se observaba desde la última década.

En ese sentido el Mtro. Mario Dipp Núñez, Director de CETYS Universidad Campus Mexicali refirió que, se puede hablar de un rompimiento de ciclo ya que la producción industrial tuvo su bajón más fuerte en 10 años, la generación de empleo, de abril a mayo descendió por el 88%, la inversión acumulada en el país ha mostrado una baja marcada, pues en 2018 ésta ascendió a más de los 32 mil millones de dólares y para 2019 se contempla alrededor de 25 mdd.

“Esto es particularmente raro, pues normalmente seguimos el ciclo con el país vecino, es un rompimiento de ciclos sin estar en crisis a comparación del 94, ahorita estamos sin crisis económicas los dos países, es decir no hay nada externo que ocasione un déficit o un endeudamiento desmedido, sin embargo, EUA ha crecido casi un 3.5% mientras que nosotros vamos a menos del 1%” explicó el académico.

México reportó crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) del 0.01% en términos reales en el segundo trimestre de 2019, en comparación con el trimestre previo según cifras del INEGI. De acuerdo con Dipp Núñez de llega a darse dos trimestres consecutivos de contracción en el país, en términos técnicos se podría afirmar que la nación atraviesa una recesión, aunque otra manera de interpretar una recesión es crecer por debajo del incremento en población, ya que esto causa que ingreso promedio baje.

“El escenario está dando señales de que se avecina una recesión con la reducción en inversión, la baja recaudación y la baja creación de empleos” comentó.

Un punto fuerte del país es el comercio internacional, sobre todo la industria de manufactura localizada en la frontera norte de México, así como la automotriz en el resto del país, que juegan un papel importante en el sostén de la económica en estos días. “Desde el TLC a México le favoreció lo referente al comercio en industrias de manufactura de alto valor agregado incluyendo aeroespacial, automotriz y electrónica, así como hortalizas incluyendo aguacate, tomate y frutas que tienen mayores márgenes que cultivos de cereales como trigo y maíz.”

Si bien el comercio es un factor importante, existen otros que ponen en alerta la perspectiva de México hacia otros países, como lo es el descenso de las importaciones, es decir, se compra menos de lo que se envía, sumado a la incertidumbre causada a raíz de algunas decisiones del ejecutivo, la volatilidad del tipo de cambio, el posible ajuste en las tasas de interés, entre otras, por lo que Dipp explicó que la inversión extranjera depende mucho de aspectos como el grado de confiabilidad y transparencia del plan de desarrollo de la nación, así como claridad y consistencia en la aplicación de las leyes y reglamentos.

Un factor adicional que contribuye negativamente a las perspectivas de desarrollo es la guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo, EU y China. La administración de Trump recientemente aplicó nuevos aranceles a importaciones de China y estos a su vez permitieron que su divisa, el Yuan, descendiera a su nivel más bajo en once años, haciendo sus exportaciones más baratas y las importaciones más caras. Estas guerras le cuestan a los dos lados y sus vecinos, “es cosa de esperar a ver cuál de los dos decide ceder primero y comenzar a negociar”.

Las proyecciones pueden variar en función de las señales que el país emita al resto del mundo y aprovechar este rompimiento de ciclo como una oportunidad para encontrar mejoras en el modelo económico de México y seguir fortaleciendo la economía, finalizó el también académico de Posgrado en Administración y Negocios de CETYS Universidad Campus Mexicali.