Con la ampliación del periodo del futuro gobernador, los legisladores abren la puerta para que cualquier ejecutivo busque gobernar más tiempo para el que fue electo.

Por Alberto SARMIENTO REYES / HIPTEX

Todos los diputados locales que anoche aprobaron ampliar de dos a cinco años el periodo de gobernador de Baja California, han sentado un lamentable y peligroso antecedente para la democracia en México.

Fueron 21 legisladores locales quienes votaron para reformar el artículo octavo transitorio de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Baja California, aprobado mediante decreto No. 112 de fecha 11 de septiembre del año 2014, y que establecía un periodo de dos años para el periodo de gobernador electo en los pasados comicios del 2 de junio,

Al margen de lo que se especula sobre las razones de “pesos” -la cifra de un millón de dólares por cabeza ha cobrado fuerza desde anoche-, que llevaron a estos diputados emitir su voto, lo que resulta más grave es el mensaje que desde el Poder Legislativo, obviamente con el respaldo del Ejecutivo, se puede ampliar un periodo constitucional de gobierno, más allá de lo que haya decidido la voluntad popular.

Porque con lo aprobado ayer por los 21 diputados locales de Baja California se ha abierto la posibilidad que otras legislaturas locales e incluso la federal, se vean tentadas a hacer lo mismo, es decir “regalarle” al gobernador o al presidente de la república una ampliación a su ejercicio más allá de lo protestado, de lo otorgado por el voto y, lo más grave, de lo que establece la ley.

Grave, muy grave lo ocurrido en la sesión extraordinaria del Congreso de Baja California anoche, que podemos llamar la “noche triste para la democracia”.

El voto de los tres diputados de MORENA, y sus aliados como es el PT y Transformemos, se puede entender, porque está en concordancia con la lucha política expresada desde hace meses por el entonces candidato a gobernador y hoy mandatario estatal electo, Jaime Bonilla Valdez, que reclamaba una ampliación al periodo de gobierno que habrá de ejercer.

Lo que resulta inexplicable, polivalente claro está, es que los legisladores del PRI y PAN hayan aprobado una reforma que habrá de beneficiar a su supuesto adversario político. Por ello los señalamiento de corrupción en la votación de anoche alcanzan niveles de veracidad imposible de refutar por los diputados panistas y priistas y de las otras fuerzas políticas que se prestaron a reforma.

Los 21 legisladores de Baja California han abierto la puerta para que, el ejecutivo que así lo considere y tenga el control del congreso, pueda decidir el tiempo que habrá de gobernar su estado o el País.

De ese tamaño es la gravedad de lo aprobado anoche en Mexicali. Si en Baja California con tres diputados MORENA pudo ampliar el periodo que gobernará la entidad, qué más podrá hacer en aquellas entidades que es amplia mayoría o a nivel federal donde tiene el control a nivel diputados como senadores.

Solo resta esperar que el Poder Judicial de la Federación advierta el grave atentado perpetrado contra la democracia en México registrado anoche en Mexicali por el voto de diputados de TODOS LOS PARTIDOS POLÍTICOS. Hoy más que nunca, el sufragio efectivo, no reelección, está en peligro de ser sepultado.