“Nos quieren condenar a comprar 160 millones de pesos de agua mensuales durante 37 años, lo que significaría hipotecar las finanzas, dejar de pagarle a los maestros, dejar de pagar la salud” , aseguró Martínez Veloz.

ROSARITO.- El candidato del PRD a la gubernatura de Baja California, Jaime Martínez Veloz, denunció ante sus simpatizantes de Rosarito que el proyecto de desaladora que recientemente fue avalado en el congreso local fue planeado desde el 2004 por Jaime Bonilla cuando el ahora candidato de Morena aspiraba a ser funcionario norteamericano en aguas de Otay.

“Este proyecto fue diseñado, articulado, por un funcionario norteamericano, o un grupo de funcionarios norteamericanos, desde el año 2004, según tenemos documentación al respecto. Fue diseñado por un funcionario norteamericano. Y ese funcionario articulando los intereses con Kiko Vega, ha logrado que el congreso del estado avale un supuesto endeudamiento por más de 76,000 millones de pesos, que nos dejaría hipotecados durante varias generaciones”, declaró Martínez Veloz.

“Nos quieren condenar a comprar 160 millones de pesos de agua mensuales durante 37 años, lo que significaría hipotecar las finanzas, dejar de pagarle a los maestros, dejar de pagar la salud” , aseguró Martínez Veloz.

En ese sentido, el candidato del sol azteca identificó a ese funcionario norteamericano, que diseñó desde hace 15 años el plan de desaladora para Rosarito, como “el candidato hoy camuflado bajo las siglas de Morena, hermanado con Kiko Vega en el negocio del agua”.

“Por eso he dicho que los presuntos ataques a Kiko Vega bajo el camuflaje de Morena es pura pantomima. A final de cuentas si en verdad quisiera castigar a Kiko Vega, por qué no propone cancelar el proyecto de desaladora, porque en este plan Kiko Vega aparece sólo como un monigote. He dicho y sostengo que es un proyecto que nace de una conspiración trasnacional”, dijo el aspirante.





Martínez Veloz finalizó destacando que ese tipo de negocio no se instala en Estados Unidos por medidas ambientales, mientras que, de entrar en operaciones en Rosarito, dejará para Baja California la deuda y la contaminación, y se llevará las ganancias.