El grupo de migrantes estimó que eran unas ocho mil personas las que se sumaron a esta caravana, y ahora que saben que el gobierno mexicano ofrece ayuda humanitaria están más tranquilos.

 



CHIAPAS.- El primer migrante hondureño que este domingo recibió su tarjeta de visita humanitaria es Alan Alvarado, hace diez días salió de su país y dijo, “estoy feliz, quiero empezar una nueva vida”.

En entrevista con Notimex, expuso que tiene 43 años, y que esa edad es un pecado en su país, porque ahí solo dan trabajo a las personas de hasta 25 años, dice que le dolió mucho dejar a sus dos hijos, los dos están estudiando “es mi responsabilidad mandarles dinero, es lo que haré ahora, trabajar para mandar”.

Detalló que huye de la violencia en Honduras, también de la falta de empleo; explicó que era agricultor pero no le alcanzaba para nada, le pagaban muy poco por su producción “así no se puede, mis hijos van en la universidad, así no se puede”.

Con una amplia sonrisa, y sin poder creer que ya le hayan dado su tarjeta,  mostró orgulloso las fotografías de sus hijos, es por ellos que decidió hacer este éxodo; su familia le ha enviado dinero, pero ya quiere ponerse a trabajar para enviar algo a sus hijos.

“No lloren por mí, es duro, pero más duro es no tener trabajo, es la fe la que nos mueve“, comentó al ser cuestionado sobre su familia.

Luego de la entrega personal, a cargo de El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) de las Naciones Unidas, se les informa sobre los diversos programas migratorios y de apoyo, él está interesado en trabajar en Guadalajara, solo que quiere comenzar su tramite mañana, pues dormir en el Parque Central de Tecún Uman el sol y el calor le afectaron la garganta.

José llegó al lugar desde el lunes pasado, espera que este domingo, al cumplirse el plazo de cinco días señalado por las autoridades para obtener su tarjeta de visitante, se la entreguen hoy por la tarde.

Toda la semana durmieron en la Casa del Migrante en Guatemala, pero los movilizaron de ese punto porque habrá una feria en el parque central de Tecún Umán.

“Veníamos en caravana, pero haciendo la fuerza para poder pasar todos juntos, pero si ya nos dan tarjetas, uno puede trabajar durante un año, hacer su dinero y pegar el salto a Estados Unidos, ya no hay necesidad de ir todos juntos, aunque sí habrá quienes continuarán en la caravana”.

Otro de los hombres que venían con José expuso que hay algunas personas migrantes que traen algo de dinero, ellos se irán en transportes hasta el norte, mientras que quienes no tienen dinero continuarán en caravana; “ya no iremos el cien por ciento, pero sí la mitad“.

El grupo estimó que eran unas ocho mil personas las que se sumaron a esta caravana, y ahora que saben que el gobierno mexicano ofrece ayuda humanitaria están más tranquilos. Ellos son todos hombres solos, y piensan ir a Monterrey y a Veracruz a trabajar en lo que sea para juntar más dinero y cruzar a Estados Unidos.

Hasta este domingo por la tarde, este puerto fronterizo ha registrado cuatro mil 511 solicitudes de visitante por razones humanitarias y 915 de infantes y adolescentes, principalmente de migrantes procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala, aunque también hay haitianos, nicaragüenses y unos pocos brasileños.

Este puerto en Ciudad Hidalgo registra importantes transformaciones a lo largo de los días, se han habilitado diversos espacios para atender a las personas migrantes.

Además, hay camionetas con personal que ofrece servicios médicos, puestos de atención psicológica, incluso en un camión-cocina personal de la Secretaría de Marina prepara sopa de codito con frijoles; el sábado pasado el menú fue de pollo en salsa roja, también se designó un área especial para los niños, quienes en unas colchonetas azules hacen maromas y corren felices mientras sus padres los observan.

En Ciudad Hidalgo las autoridades han habilitado un campo futbol para ofrecer servicios de alimentación y de salud a las personas que ya hayan hecho sus trámites; el lugar ya está listo con grandes carpas blancas y servicios sanitarios, personal que resguarda el lugar estima que en los próximos días llegará el grueso de la caravana.