“No es mi fuerte la venganza y no creo que sea bueno para el país el que nos empantanemos en estar persiguiendo a presuntos corruptos”, dijo López Obrador.

CDMX.- El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, descartó que sea bueno para el país “empantanarse” en perseguir a presuntos corruptos del pasado y afirmó que los procesos en curso por corrupción no se detendrán y tendrán que concluir ante las autoridades competentes.

Luego de asistir a la colocación de una ofrenda floral en memoria de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, detalló en entrevista que: “No es mi fuerte la venganza y no creo que sea bueno para el país el que nos empantanemos en estar persiguiendo a presuntos corruptos”.

Enfatizó que él es un demócrata y no se pretende ordenar al Poder Judicial o al Legislativo, que son poderes independientes, “que se detengan procesos que se han iniciado por delitos de corrupción, todo lo que está en curso se tiene que concluir y la autoridad competente tiene que resolver”.

Además, puntualizó que si “somos honestos, tendríamos que empezar por los de arriba y no sólo los de ahora, de tiempo atrás, porque esta crisis no es del mes pasado, del año pasado, de este sexenio; ya lleva tiempo, estamos hablando, como lo fue el Porfiriato, de 36 años, que está imponiéndose la política neoliberal, ¿cuánto tardó el Porfiriato?, 34 años”.





De esta manera, señaló que se debe resolver esta situación, “porque si no todo va a ser puro escándalo”, por lo que reiteró que sí es un perdón, “eso es lo que se está planteando, decirle al pueblo de México: punto final; que se acabe la historia trágica, horrenda, de corrupción, de impunidad, que se acabe la política antipopular, entreguista, y que comencemos una etapa nueva, que ya inicie una nueva historia”.

Es así como enfatizó que: "Hacia adelante no haya perdón para ningún corrupto, que ya no se perdone a nadie y que se pueda juzgar al presidente si es corrupto, a sus funcionarios, a sus familiares y que se destierre la corrupción de México para siempre”.