No hubo restricciones para la asistencia de personas que no se encuentran en la lista de visitas, entre ellas una cantante italiana

CIUDAD DE MÉXICO.- Una interna del penal de Santa Martha Acatitla quiso festejar su cumpleaños con mariachi y 100 invitados e ingresar también 500 rosas rojas y seis arreglos florales, pero sólo consiguió permiso para un festejo más austero, aunque de acuerdo a internas de todos modos muy superior a lo que marca el reglamento.

La festejada con una fiesta de siete horas en el comedor del Módulo B fue la empresaria quintanarroense Irma de los Ángeles Magaña Campos, quien permanece aislada del resto de las reclusas en precaución a intentos de agresión o extorsión en su contra y para quien al parecer no aplican todas las estipulaciones del Consejo Técnico del cereso.

El Universal da cuenta que la celebración se llevó a cabo el pasado jueves 04 de octubre y contó con la asistencia de la cantante italiana Daniela Pedali, aunque las autoridades de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario aseguran que no cantó.

También habrían tomado parte de la reunión donde se sirvió sopa fría, rollos de carne, botanas, pastel, dulces, aunque no gelatinas, otras 24 personas que no forman parte de la lista de visitas de Irma de los Ángeles, a pesar de que en este tipo de festejos sólo se aceptan 10 asistentes y de la lista de visitantes frecuentes, que de acuerdo a las autoridades fue los que hubo.

La Subsecretaría del Sistema Penitenciario explicó que es derecho de las internas festejar su cumpleaños. No obstante, mujeres que se encuentran presas en el mismo centro de reinserción social aseguraron que las posibilidades son mucho más estrictas que las que gozó la empresaria de Quintana Roo, quien hasta tuvo a su servicio a otras cuatro internas en calidad de meseras.

En la fiesta hubo una computadora y una bocina, aún cuando está prohibido ingresar aparatos electrónicos a la penitenciaría. La utilería y los manteles con motivos de Minnie Mouse, fueron de lo menos excéntrico en la fiesta llevada a cabo en la sala chica de visitas. 

Con información de El Universal