A más de 20 días, los trabajadores siguen en huelga, acampando en turnos rotativos las 24 horas del día, afuera de cada sucursal, soportando el frío, exponiéndose a la inseguridad de las calles y viviendo al día

TIJUANA.- Desde el día 14 de febrero, los trabajadores de Monte de Piedad, se levantaron en huelga a nivel nacional, esto debido a que no han recibido un aumento salarial desde hace tres años.

A más de 20 días, los trabajadores siguen en huelga, acampando en turnos rotativos las 24 horas del día, afuera de cada sucursal, soportando el frío, exponiéndose a la inseguridad de las calles y viviendo al día.

Tal es el caso de Rosa Angélica Andrade, quien lleva 23 años de servicio en Monte de Piedad, ella se encuentra acampando afuera de la sucursal de Zona Centro Tijuana y se ha visto en la necesidad de tener que hacer guardia junto con sus hijas, ya que no tiene con quien dejarlas.

“Afortunadamente, mis compañeras tienen familiares que cuiden a sus hijos, pero en mi caso no tengo a quien recurrir, hemos tenido que estar aquí de madrugada y hemos pasado por inseguridad, frío y simplemente esta área es peligrosa”, expreso.

Mencionó que desde el primer día de huelga, mientras ella y su compañera hacían guardia, una persona fue asesinada a plena luz del día en la avenida Revolución, además de que hace un par de días uno de sus compañeros fue atropellado por un conductor descuidado.

“Mis hijas obviamente ya no quieren venir, están temerosas, ya han escuchado detonaciones, asaltos, indigentes muy agresivos, es algo triste y muy frustrante estar en esta situación”, señaló.

El secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Monte de Piedad Tijuana, Omar Ramírez Anaya, mencionó que el pasado viernes 1 de marzo, se llegó a un convenio con la administración, sin embargo, aún falta que este se someta a votación nivel nacional y si la mayoría esta de acuerdo terminarán la huelga para regresar a sus labores.

Sin embargo, este convenio cuenta con varias condiciones que no los favorecen, tales como un recorte de personal, aumento de sus horas de trabajo, cambios en su seguro médico y jubilaciones voluntarias.

“Uno se siente defraudado, porque le has dado tanto a la institución, es una institución que ayudó a muchas personas, pero ¿Cómo es posible que a nosotros que formamos parte importante, que damos la cara y seguimos dando la cara aquí afuera, no se nos toma en cuenta?, es muy triste”, expresó Angélica Andrade.