Con las precampañas a poco de concluir, todas las encuestas coinciden en que Claudia Sheinbaum Pardo de Morena y sus aliados se mantiene en el primer lugar de las preferencias de los electores

Por Alberto SARMIENTO REYES / HIPTEX

Hace poco más de cinco años, unos días después del triunfo contundente de Andrés Manuel López Obrador en la elección presidencial del 2018, a un connotado panista, distanciado del panismo en el poder en ese entonces, le pregunté qué tendrían que hacer para recuperar el voto mayoritario de los mexicanos.

Sereno, vaticinó una cascada de derrotas en las elecciones estatales y, fue más allá, me dijo que Morena se habría de mantener en la presidencia de la república “por lo menos” los siguientes dos sexenios. Si bien le va al PAN y la oposición, hasta el 2030 estarían en posibilidades de regresar a Palacio Nacional.

Y bueno, a unas horas de que concluyan las precampañas presidenciales para los comicios del próximo 2 de julio, las palabras de ese experimentado panista tijuanense han resultado proféticas.

Tras el triunfo arrollador de López Obrador, con más de 30 millones de votos a su favor, Morena empezó a lograr y ligar triunfos en elecciones estatales, pintando de guinda el mapa del Pais. Destacando al momento entidades como Estado de México, Sonora, Veracruz… y desde luego Baja California, ya en dos ocasiones.

Con las precampañas a poco de concluir, oficialmente debe ser este 18 de enero, todas las encuestas coinciden en que Claudia Sheinbaum Pardo de Morena y sus aliados se mantiene en el primer lugar de las preferencias de los electores; con una clara ventaja sobre quien será la abanderada del PAN y aliados, Xóchitl Gálvez; en una lejana tercera posición se ubica el aspirante de Movimiento Ciudadano (MC), Jorge Álvarez Máynez, con apenas unos días de labor proselitista.

Realmente para la oposición y Xóchitl Gálvez de aquí hasta el día de la elección, se observa muy complicado que puedan repuntar en las encuestas y más aún en el voto de los electores.

Ciertamente Xóchitl Gálvez revitalizó a una oposición que antes de su nominación estaba perdida y sin brújula, pero su figura y empeño no parecen ser suficientes para repuntar, empatar y rebasar a quien será la candidata oficial.

Además, la oposición aún arrastra muchos personajes cuestionables, aunque otros más cuestionables ahora militan en Morena; así como un descrédito ganado a puso durante los años en que tanto el PRI, PRD y PAN se mantuvieron en el poder.

A ello súmele el despliegue sin reservas ni pudor del poder que ostenta Morena en Palacio Nacional y en la mayoría de las entidades federativas, que se ha volcado y se habrá de volcar con mayor descaro para fortalecer la campaña de Claudia Sheinbaum.

Si no hay cambios sustanciales en el panorama político electoral, el triunfo de Morena el próximo 2 de junio parece inminente en la contienda presidencial.

Descontando la eventual victoria de Sheinbaum en la contienda presidencial, resta espera lo que a todas luces es el segundo objetivo de Morena, de su abanderada pero, fundamentalmente del presidente López Obrador: ganar la mayoría de la Cámara de Diputados y, con ello estar en posibilidades de aprobar las reformas constitucionales que marcaría en definitiva el sello distintivo de la Cuarta Transformación que el tabasqueño no pudo alcanzar a pesar de sus 30 millones de votos y sus esfuerzos durante sus cinco años de mandato.

Su llamado “Plan C”, ganar el Congreso de la Unión, parece ser el reto que tiene Claudia Sheinbaum, Morena, sus partidos aliados y quienes serán sus candidatos y candidatas para los espacios que estarán en juego el próximo 2 de junio.

A la oposición le tocaría tratar de impedir que Morena y aliados controlen cambien el Poder Legislativo.

El panista cuestionado en aquella ocasión, me recordó que tras el triunfo de Vicente Fox, el PAN logró ligar dos sexenios para luego perder ante el PRI con Enrique Peña Nieto como candidato.

En doce años perdió el respaldo mayoritario de los mexicanos, y eso que sus triunfos del 2000 y 2006 no fueron tan contundentes como el alcanzado por Morena en el 2018 y como el que se prevé alcance este 2024.