Solo una decisión de Morena, para que la candidatura por la alcaldía de Tijuana corresponda a un hombre, le impediría a Montserrat Caballero alcanzar la reelección en el cargo que ostenta desde hace dos años

Por Alberto SARMIENTO REYES / HIPTEX

Finalmente la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero Ramírez, ha oficializado sus intenciones de buscar la reelección en el cargo que ostenta desde hace dos años bajo el cobijo de su partido, Morena.

Tras meses de mensajes poco descifrables, la alcaldesa de Tijuana mantuvo en la incertidumbre a sus principales colaboradores y a sus adversarios o adversarias al interior de Morena, pero ayer finalmente no solo lo dijo, sino lo dejó en claro: va por un segundo periodo al frente la fronteriza y dinámica ciudad.

Montserrat Caballero Ramírez informó que ha notificado  al Instituto Estatal Electoral de Baja California (IEEBC) y a su partido político, Morena, su interés de participar en el proceso electoral local 2023-2024, donde buscará la reelección del cargo, al frente del Ayuntamiento de Tijuana.

Se trata del primer paso formal ante la instancia electoral y su partido, para arrancar un nuevo reto político.

Como ocurrió en los tiempos de dominio del PRI, primero, y luego en la hegemonía de casi 30 años del PAN, ahora Morena tiene amplias posibilidades de seguir en el poder, por lo que la candidata o el candidato que este partido y sus aliados postulen para la alcaldía de Tijuana -y de todos los espacios que estarán en juego en los comicios del 2024- tendrán casi asegurado el triunfo en la entidad.

A seis años del histórico triunfo de Andrés Manuel López Obrador y el partido que fundó, Morena, la ola morenista, de acuerdo a todas las encuestas, sigue con una innegable y alta aceptación popular, tanto a nivel nacional como en Baja California.

A ellos sume que en el plano local, la oposición no ha logrado recuperarse de las dolorosas derrotas de 2018, 2019 y 2021, en las que PRI, PAN y PRD fueron arrasados y, en casi todos los municipios enviados hasta el tercer lugar de las preferencias electorales.

Incluso el Partido Encuentro Solidario de Baja California (PES BC), sin la figura de su líder, el ingeniero Jorge Hank Rhon, en las boletas electorales del próximo año, tendrá trabajo para refrendar el segundo lugar alcanzado en el 2021.

Ante ese panorama, Montserrat Caballero enfrenta su principal escollo al interior de Morena.

De entrada su dirigencia y órganos electorales deberán determinar para Baja California cómo se aplicará la llamada cuota de género en sus siete municipios. Saber si Morena en Tijuana tendrá candidata o candidato. Eso para empezar.

La lógica indicaría que la alcaldesa Caballero Ramírez debiera llevar mano y buscar la reelección.  Ya ocurrió con Araceli Brown en Playas de Rosarito, y Armando Ayala Robles en Ensenada.

Pero igualmente no ocurrió con Zulema Adams en Tecate, que “catafixió” la alcaldía por una diputación federal, en ambos casos con los mismos y nulos resultados.

Y lo mismo le pasó a Arturo González Cruz, quien tras su confrontación con el entonces gobernador Jaime Bonilla Valdez terminó rescatado por el Partido Verde para obtener una diputación federal.

Así como poco transparentes son las encuestas en Morena, así o más opacas son las argumentaciones que la dirigencia aplica para determinar la cuota de género. Por ello es que el principal reto de Montserrat Caballero está en Morena.

Si como se percibe, la alcaldesa de Tijuana cuenta con el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha establecido una nueva alianza política con la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, le restaría concretar el espaldarazo de Coordinadora Nacional de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum, para amparar su eventual candidatura.

En cuestión de género, Montserrat Caballero no cuenta con mujeres militantes morenistas que le hagan sombra en su camino a la reelección. Solo una decisión de su partido para que la la candidatura por Tijuana le corresponda a un hombre, le impediría lograr su nuevo reto y la obligaría a buscar un premio de consolación.

Y eso sería “Terrible” para ella y para Tijuana.