La película está basada en el libro homónimo de David Grann, que enlaza el origen del FBI con la investigación sobre las numerosas muertes de los osage tras la llegada de hombres blancos que se aprovecharon de ellos

CIUDAD DE MÉXICO.- El afamado director estadounidense Martin Scorsese presentó su nueva cinta, “Killers of the flower moon” (Los asesinos de la luna), en la Ciudad de México, donde contó su experiencia conviviendo con la nación indígena osage durante varios años y todo lo que pudo aprender de ellos tanto como cineasta como ser humano.

“Lo que quería saber era más sobre la cultura, su comportamiento cultural, ir a funerales, bodas, pasar tiempo normal con ellos. Quería conocer el valor de quienes son, cómo viven su vida y cuál es el denominador común entre ellos y nosotros”, relató en conferencia de prensa el ganador de un Oscar por “The Departed” en 2007.

Con ocho décadas de vida y muchas de ellas haciendo cine, Scorsese, uno de los cineastas más relevantes de este tiempo, reconoció que siempre aprende en el proceso de producción de cada película y que en esta las lecciones fueron, especialmente, sobre “respeto”.

Preguntado sobre si el cine puede marcar una diferencia para los indígenas, el director de cintas como “The Wolf of Wall Street” (2013) o “Taxi Driver” (1976) consideró que “sin duda”, aunque reconoció que son muchos los proyectos cinematográficos que han hablado de estos grupos, por lo que en su cinta buscó elevar el nivel estético y profundizar “en el alma y en el corazón” de la nación osage.

La cinta retrata una comunidad osage en la Oklahoma (centro de EEUU) en la década de 1920, donde sus miembros se han hecho ricos gracias al petróleo descubierto en sus tierras y sigue a Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio), un hombre recién llegado que entabla un improbable romance con una mujer nativa, Molly Kyle (Lily Gladstone).

La película está basada en el libro homónimo de David Grann, que enlaza el origen del FBI con la investigación sobre las numerosas muertes de los osage tras la llegada de hombres blancos que se aprovecharon de ellos.

Scorsese, no obstante, compartió que se dio cuenta de que la historia estaba en otro lugar, en la historia de amor entre Ernest y Molly, que funge en la cinta como el eje central a través del que contar la historia de toda una nación.