La CEM destacó que “México es muchas cosas. No puede fragmentarse en juicios parciales, ni viscerales. Es una nación con un gran pasado, un presente desafiante, y un futuro lleno de oportunidades”.

CIUDAD DE MÉXICO. - El país “más que un jefe de gobierno, necesitamos de un jefe de Estado capaz de orientar con firmeza y suavidad los esfuerzos de la sociedad y el gobierno, con una mirada de largo alcance en este contexto nacional e internacional”, fueron las palabras de Episcopado Mexicano quienes solicitaron a cuatro, de los cinco candidatos presidenciales, en conferencia "no crear mundos ilusorios". 

La CEM destacó que “México es muchas cosas. No puede fragmentarse en juicios parciales, ni viscerales. Es una nación con un gran pasado, un presente desafiante, y un futuro lleno de oportunidades”. 

El día de ayer, un texto de cinco cuartillas fue difundido por la CEM, tras reunirse con los candidatos presidenciales, Ricardo Anaya, candidato de Por México al Frente; Andrés Manuel López Obrador, de Juntos Haremos Historia, José Antonio Meade, de Todos por México y la independiente Margarita Zavala. 

Con el último candidato independiente Jaime Rodríguez El Bronco no se realizó un encuentro, porque, explicó el vocero de la CEM, el obispo auxiliar Alfonso Miranda, “no hubo tiempo de concretarlo”, ya que la autoridad electoral acreditó su candidatura apenas el pasado 10 de abril. 

En el encuentro realizado en la sede de Lago de Guadalupe, Cuautitlán Izcalli, durante la 105 Asamblea Plenaria, el cardenal Francisco Robles Ortega, presidente de la CEM, inició dando lectura al texto en el que los obispos reconocieron algunos logros en los últimos años, como son “avances significativos en materias política, económica y social”, los cuales han sido reconocidos en América Latina, “especialmente en el manejo macroeconómico; del esfuerzo en la consolidación de instituciones democráticas y, por supuesto, en algunos índices de salud, educación, vivienda, entre otros, que nos llaman a mejorar aún más, sin cancelar lo alcanzado”. 

Cabe mencionar, que se destacó, “hay mucho que hacer todavía. Hay indignación y graves realidades de exclusión que nos sacuden y violentan, aunque éstos no pueden opacar nuestra mirada sobre el bien conquistado. La crisis ética, hay que decirlo, no es exclusiva del gobierno, ni de nuestra nación, sino que es un cáncer presente en toda la humanidad, y al que hay que combatir con audacia, prudencia y sabiduría. No podemos acostumbrarnos, ni dejarnos vencer por el mal, menos aún justificarlo”. 

En las consideraciones de la jerarquía católica, que fueron entregadas a los candidatos presidenciales, también se menciona: “Así como hemos creado un ámbito de instituciones creíbles en el contexto electoral, estamos llamados ahora a levantar una gran reforma política que asegure instituciones de gobierno más estables y creativas frente a los desafíos del mundo, renovando la vida partidista, la valiosa interacción con la sociedad civil, el empresariado, el mundo del trabajo, así como la vida académica y cultural, siendo corresponsables e incluyentes”. 

Se les reiteró a los candidatos que “las campañas serán interesantes y útiles si son ricas en ideas, y no en el dispendio excesivo de recursos económicos”. 

“Creemos que pueden ser el gran campanario para llamar a todos a cumplir su misión histórica más allá de egoísmos, intereses propios, de visiones reducidas o fragmentadas de la realidad. No es tampoco el momento de crear mundos ilusorios, que quizá con el tiempo, puedan generar mayor frustración social”, se puntualiza en el texto.