Tropas rusas bombardean la torre de televisión de Kiev y Kharkiv; el presidente Zelensky presiona por ayuda en tanto ACNUR alerta por “mayor crisis de refugiados de este siglo en Europa”

KIEV, RUSIA.- Las fuerzas rusas intensificaron ayer sus ataques en áreas urbanas superpobladas, al bombardear la plaza central de la segunda ciudad más grande de Ucrania, Kharkiv, y la principal torre de televisión de Kiev en lo que el presidente Volodimir Zelensky calificó como una flagrante campaña de terror.

“Nadie va a perdonar. Nadie lo olvidará”, prometió el mandatario, después del derramamiento de sangre en la plaza de Kharkiv. Este miércoles el ejército ucraniano informó que tropas aerotransportadas rusas aterrizaron en esa ciudad. Zelensky clamó por ayuda: “Europa será más fuerte con Ucrania en su seno (...) prueben que están con nosotros”. Las autoridades ucranianas dijeron que cinco personas fallecieron en el ataque a la torre de televisión, que está a pocos pasos de numerosos edificios de apartamentos en la capital. Al menos algunos canales ucranianos dejaron de transmitir brevemente, dijeron las autoridades.

Zelensky criticó: “Al mundo: ¿cuál es el punto de decir ‘nunca más’ por 80 años, si el mundo permanece en silencio cuando una bomba cae en el mismo sitio de Babin Yar? Por lo menos cinco muertos”, tuiteó y agregó: “La historia se repite”. En ese lugar, los nazis mataron a más de 30 mil judíos en dos días en 1941.

Los bombardeos en Kharkiv dejaron 18 muertos y 26 heridos, según los servicios de socorro.

Al mismo tiempo, un convoy de 64 kilómetros de cientos de tanques rusos y otros vehículos avanzó lentamente hacia Kiev, la capital, en lo que Occidente temía fuera un movimiento del presidente ruso, Vladimir Putin, para derrocar al gobierno e instalar un régimen favorable al Kremlin. Las fuerzas invasoras también intensificaron su asalto a otras ciudades: los puertos estratégicos de Odessa y Mariupol en el sur.

La Corte Internacional de Justicia (CIJ, de Naciones Unidas) convocó audiencias el 7 y el 8 de marzo en un caso que le fue presentado por Ucrania, que acusa a Rusia de planear un genocidio. La ONU estima que más de 677 mil personas han huido de Ucrania y hay un millón de desplazados internos. Este éxodo “podría convertirse en la crisis de refugiados más importante de este siglo en Europa”, dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi.

En la sede de la ONU en Ginebra, numerosas delegaciones, entre ellas la de Ucrania y los países occidentales, boicotearon la intervención online del canciller ruso, Serguéi Lavrov, en una conferencia de Desarme y en la sesión del Consejo de Derechos Humanos, dejando la sala casi vacía.

El secretario de Estado de EU, Antony Blinken y el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, abordaron vía telefónica la relación entre ambos países y los avances en la cooperación bilateral.

Ned Price, portavoz de la diplomacia de EU, señaló que Blinken destacó las firmes declaraciones de México en apoyo a Ucrania y en defensa de la Carta de las Naciones Unidas, así como los comentarios del embajador mexicano ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, en el Consejo de Seguridad y la Asamblea General y como parte de la Declaración Conjunta de la OEA, a raíz de la “invasión premeditada y no provocada de Rusia”.