Algunas familias han encontrado en el tabasqueño y morena la forma de ganarse la vida.

VERACRUZ.-  El nombre de Andrés Manuel López Obrador y el partido Morena, se han convertido también en una marca y algunas familias han encontrato la forma de ganarse la vida, gracias a esto. 

Familias, siguen al tavasqueño en su recorrido por el país para vender sus productos en las plazas públicas o salones en los poblados y ciudades donde suele hacer sus mítines.

Antes de cada mítin, un grupo de comerciantes extienden telas en el piso y acomodan los chalecos, playeras, camisas, gorras, tazas, calendarios, plumas, películas, sombrillas... todo con los logos o imagen de López Obrador y del partido político que creó.

Los colores blanco y guinda, se ven a lo lejos, ya que los vendedores aprovechan la infraestructura que hay a su alrededor para exhibir las prendas.

Pero no es de ahora, Ifigenio Hernández cuenta que su suegro Francisco comenzó esta tradición familiar de vender prendas y otros productos en actos políticos del PRD y de Cuauhtémoc Cárdenas hace ya casi 30 años.

"Empezó vendiendo casetes del ingeniero, y desde entonces estamos en esto", recuerda.

Él, en cambio, asegura que "apenas" tiene a cuestas la campaña presidencial de 2006 y 2012, y en diciembre arrancó también su tercera precampaña presidencial.

Ifigenio y su familia tienen tres casas-talleres para bordar prendas: dos en el Estado de México, uno en Nezahualcóyotl y otro en Chimalhuacán. El tercero está en la delegación Iztacalco, del cual evoca con una sonrisa que "el ingeniero Cárdenas" incluso visitó.

Originario del municipio mexiquense de Neza, ahí tiene un puesto de tacos de guisado, el cual lo saca de apuros sobre todo cuando López Obrador no tiene eventos, "que son pocas ocasiones".

De estatura baja y tez morena, asegura que al igual que López Obrador, arrancó en diciembre pasado su tercera precampaña presidencial.

También va hasta donde su presupuesto se lo permite: ellos no viajan en avión a Quintana Roo o Yucatán; todo es por carretera y caminos de terracería. Entre todos hacen coperacha para la gasolina y las casetas.

-¿Y si sale?

-A veces sí, a veces no. Una ocasión en la sierra de San Luis Potosí no vendí nada, nada.

Fue pura pérdida, recuerda Antonio Medina, otro de los comerciantes.

El chaleco se ofrece en 270 pesos, las gorras a 70, las plumas a 15...

Antonio trae puesta la misma mercancía que ofrece: gorra y playera color guinda con las letras de Morena en blanco. También porta un chaleco café con el nombre de Morena al frente y al reverso.

Antonio dice sonriendo que ya hasta se sabe algunas partes de los discursos del día del candidato presidencial.

"Puercos, cochinos, marranos, eso son los que compran votos, sinvergüenzas", repite.

-¿Y qué piensa de Andrés Manuel López Obrador?

-Es un buen hombre, de buenos ideales y lo que dice es verdad, eso es lo que vivimos el pueblo día a día.

Los libros también se venden muy bien. Javier Nieto sigue al "licenciado" desde hace 10 años, según platica. No tiene los 16 títulos que ha publicado el tabasqueño, pero sí más de la mitad. Esos los vende en 200 pesos y los ofrece con el plus de que "al final se los puede firmar y dedicar".

Pero para que salga, el hombre pasa entre la gente con libros en mano, ofreciéndolos a los seguidores de AMLO.

Ellos siguen a Andrés Manuel López Obrador a donde va, simpatizan con su causa y de eso viven