Entre Donald Trump y el líder norcoreano no paran los cruces de insultos.

WASHINGTON.- Hay frases que definen una presidencia. Otras que califican un momento histórico. Y algunas que simplemente retratan a quien las dice. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no puedo evitar anoche ser él mismo y ante su mayor responsabilidad, la gestión de una crisis nuclear, responder a su archienemigo norcoreano con una aseveración que muestra a las claras su forma de ver el mundo. “Kim Jong- un ha dicho que el botón nuclear está en su escritorio todo el tiempo. ¿Podría alguien de su hambriento y mermado régimen decirle que yo también tengo un botón, pero que el mío es mucho más grande y más poderoso que el suyo, y que funciona?, tuiteó el presidente.





Sus palabras eran una contestación tardía a las declaraciones efectuadas el lunes por el tirano norcoreano, en las que reiteraba que su país, embarcado en una vertiginosa carrera armamentística, era ya un Estado nuclear con un "fuerte poder" disuasorio. “Todo Estados Unidos está al alcance de nuestras armas nucleares y hay un botón nuclear siempre en mi escritorio. Esta es la realidad, no una amenaza", señaló en un discurso, cuyo eje fue, sin embargo, la apertura de una vía de diálogo para que una delegación del Norte pueda participar en los Juegos Olímpicos de Invierno que organiza el Sur. Una iniciativa podría contribuir a un deshielo, pero a la que Trump hizo oídos sordos. Por el contrario, prefirió lanzar un exabrupto que confirma una de las características de su personalidad: responder a cualquier desafío con uno mayor.

No es la primera vez que ambos mandatarios se enzarzan. En septiembre, durante su estreno ante la Asamblea General de la ONU, el presidente estadounidense amenazó a Corea del Norte con la “destrucción total” si ponía en riesgo la seguridad de EU y llamó “hombre cohete” a Kim Jong-un “Con seguridad voy a domar con fuego al desequilibrado y viejo chocho americano”, respondió el tirano norcoreano en una alocución emitida por televisión.

Este cruce de insultos se repitió en noviembre, cuando en la recta final de su gira asiática, Trump llamó “gordo y bajo” al Líder Supremo después de que los medios norcoreanos retratasen al presidente estadounidense como un “viejo lunático”. Ahora nuevamente han vuelto a chocar los dos hombres que tienen en sus manos el mayor pulso nuclear de la década.