Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México, pidió una mayor reflexión sobre la reforma a los diputados federales

CIUDAD DE MÉXICO.- El gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, dijo que existen varios riesgos si se pone en marcha la reforma a la Ley de Banxico en materia de divisas, entre los que destaca la vulneración de la relación que mantiene el organismo con la Reserva Federal (Fed) y la que México sostiene con Estados Unidos.

En reunión con la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado de la República, el banquero central advirtió que la reforma obligaría a Banxico a comprar dólares que no puedan ser repatriados para ser incorporados a las reservas internacionales, lo cual aumentaría el riesgo de incurrir en sanciones internacionales.

“Se podrían poner en riesgo los acuerdos celebrados con autoridades monetarias y financieras del exterior en los que participa Banxico, lo cual podría llegar a vulnerar, en última instancia, las relaciones bilaterales del estado mexicano con los estados respectivos, en especial con los Estados Unidos”, indicó.

Díaz de León puso como ejemplo la línea ‘swap’ que Banxico tiene con la Fed, ya que, si se pone en marcha la reforma a la Ley, se aumenta el riesgo de imposición de sanciones, las cuales podrían restringir las operaciones que tiene la autoridad monetaria de México con otras instituciones extranjeras.

“Para ejemplificar, conviene resaltar la situación en que Banxico se hubiera visto involucrado si hubiera comprado los billetes y monedas en el episodio que en 2012 terminó con la imposición de fuertes sanciones a un grupo financiero mexicano por parte de autoridades financieras extranjeras y mexicanas”, dijo, y aclaró que, si la autoridad monetaria hubiera estado involucrada en ese episodio, también habría recibido sanciones por parte de organismos extranjeros.

Díaz de León pidió a diputados federales "una reflexión más profunda" de las reformas al Banxico diseñadas y aprobadas por la mayoría parlamentaria en el Senado, pues -advirtió- "los atajos se convertirán en un dolor de cabeza".

En reunión virtual con legisladores de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, les alertó que "es un error hacer del Banco de México una concentradora de riesgos residuales generados por terceros" y remarcó que "la medicina tendrá efectos secundarios superiores al mal que se quiere combatir".

Reclamó que "no fuimos invitados a la elaboración de la iniciativa en el Senado" y que solo después fueron convocados a escuchar la propuesta.

Díaz de León recalcó el viernes a los legisladores que "sin polarizar, a las cosas hay que llamarlas por su nombre", al insistir en que obligar o dar instrucciones a comprar y hacer operaciones de efectivo "es abrir la puerta a violentar la autonomía del Banco de México de forma permanente”.

Insistió que "movernos en esta dirección nos pone en un riesgo muy alto ante instituciones financieras internacionales, no solo al Banco de México, sino a todo el sistema financiero nacional, que en décadas se ha logrado consolidar".

Planteó a los diputados "hacer un estudio profundo" y buscar alternativas que concilien mantener la autonomía constitucional, apoyar la iniciativa y también mantener lo que ha funcionado bien.

Legisladores de Morena le pidieron "confianza" y le aseguraron que revisarán "minuciosamente" la iniciativa y que no es el objetivo atentar contra la autonomía del Banxico.

El Partido Verde criticó que se está "sobredimensionando y mal informando a la ciudadanía" en torno a los riesgos y sobre la vulnerabilidad de la autonomía del Banco de México.

El PRI, PAN y PRD se pronunciaron por no apresurar el dictamen el lunes en la Comisión de Hacienda y turnarla al Pleno de inmediato como se pretende, sino hacer más consultas con expertos e invitar al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, para que exprese su posición.