El informe de la FAO exhortó a los países a redoblar sus esfuerzos para abordar las causas fundamentales de la pérdida y el desperdicio de alimentos en todas las etapas, así como ofrecer orientación sobre políticas e intervenciones para reducir ambos.

ROMA.- Las pérdidas de alimentos a nivel mundial se estiman en 13.8 por ciento de lo que se produce anualmente, lo que equivale a unos 400 millones de dólares, por lo que las carreras hacia la seguridad alimentaria y la sostenibilidad del medio ambiente pueden beneficiarse si disminuyen esa situación, afirmó hoy la FAO.

“Disminuir la pérdida de alimentos ayuda a la sostenibilidad del medio ambiente, mientras que la reducción de los desperdicios beneficia la seguridad alimentaria”, indicó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Refirió que de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 señalan una reducción a la mitad del desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al menudeo y a nivel de los consumidores, y la reducción de las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha.

De acuerdo con el informe “Progresos en la lucha contra la pérdida y desperdicio de alimentos”, para que las estrategias que buscan la reducción de pérdida y desperdicio de comida sean eficaces deben basarse en una comprensión clara y multidimensional del problema.

El informe puntualizó que en términos generales, se consideran pérdidas “las que se producen a lo largo de la cadena desde la cosecha, el sacrificio o la captura hasta el nivel minorista, aunque sin incluirlo, mientras que el desperdicio, se da en el nivel de la venta al por menor y en el consumo”.

El informe reconoció que disminuir la pérdida y el desperdicio de alimentos requiere inversiones de dinero o tiempo que algunos actores de la cadena de suministro podrían considerar superiores a los beneficios. Además, los vínculos entre la pérdida y el desperdicio de alimentos, y la seguridad alimentaria y los efectos ambientales, son complejos.

El informe de la FAO exhortó a los países a redoblar sus esfuerzos para abordar las causas fundamentales de la pérdida y el desperdicio de alimentos en todas las etapas, así como ofrecer orientación sobre políticas e intervenciones para reducir ambos.

El economista jefe y asistente del director general del Departamento de Desarrollo Económico de la FAO, Máximo Torero, explicó “que en este momento el mundo cuenta con los alimentos suficientes para satisfacer la demanda, pero la población crecerá, por lo que cualquier reducción de las pérdidas y desperdicios significará más alimentos disponibles en el mercado mundial”.

Puntualizó que esa situación no garantiza que toda la gente vaya a tener acceso a esa comida ni que se vaya a detener la hambruna.

La FAO explicó que las pérdidas y el desperdicio son por lo general mayores en el caso de las frutas y hortalizas que en el de cereales y legumbres en todas las etapas de la cadena de suministro alimentario, con la excepción de las pérdidas en las explotaciones agrícolas y las que se producen durante el transporte en Asia oriental y suroriental.

Refirió que en los países de ingresos más bajos, las pérdidas son mayores en frutas y hortalizas frescas debido a una infraestructura deficiente.