Las terapias hormonales reducen la fatiga; cansancio, lubrican la piel y mucosas; eliminan ataques de pánico, depresión y cambios de humor bruscos; acaban con los bochornos
Las terapias hormonales reducen la fatiga; cansancio, lubrican la piel y mucosas; eliminan ataques de pánico, depresión y cambios de humor bruscos; acaban con los bochornos