Según lo confirmado por destacados pedagogos, la ‘persona’ del profesor ejerce en sus estudiantes una impronta formativa incisiva y profunda que va calando en ellos hasta los estratos más profundos de su ser
Según lo confirmado por destacados pedagogos, la ‘persona’ del profesor ejerce en sus estudiantes una impronta formativa incisiva y profunda que va calando en ellos hasta los estratos más profundos de su ser