La investigación destacó que los materiales diseñados para imitar las membranas de langosta podrían ser útiles en robótica suave e ingeniería de tejidos.
Una nueva investigación reveló que la membrana elástica de las langostas, ubicada en la parte inferior de la cola, serviría de modelo para una armadura corporal más flexible en las regiones móviles del cuerpo, como codos y rodillas.
El proyecto elaborado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) mostró que dicha membrana, además de ser resistente y tener una estructura microscópica en capas parecida a la madera contrachapada es elástica.
De acuerdo con el MIT, la flexibilidad puede ser producto de que la membrana es un hidrogel natural, compuesto por 90 por ciento de agua.
Los resultados arrojaron que el revestimiento de la langosta es el material más resistente de todos los hidrogeles naturales, incluido el colágeno, la piel de animal y caucho natural.
Asimismo, determinaron que la membrana es casi tan fuerte como los compuestos de caucho industriales, usados en la fabricación de llantas para automóviles, mangueras de jardín y cintas transportadoras.
“Este trabajo podría motivar el diseño de armaduras flexibles. Si pudieras fabricar armaduras con estos tipos de materiales, podrías mover libremente tus articulaciones y te haría sentir más cómodo”, dijo el profesor del MIT, Ming Guo.
Para el desarrollo del estudio, los científicos caracterizaron las propiedades del material, donde observaron que la membrana era flexible, además alcanzó el doble del tamaño inicial, para luego endurecerse y volverse cada vez más resistente al estiramiento.
La investigación destacó que los materiales diseñados para imitar las membranas de langosta podrían ser útiles en robótica suave e ingeniería de tejidos.