El metal precioso superó los 3,900 dólares por onza, impulsado por la inestabilidad política en Francia y Japón, el cierre del gobierno de Estados Unidos y las expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal

El precio del oro alcanzó este lunes un nuevo máximo histórico al superar los 3,900 dólares por onza, en medio de una jornada marcada por la incertidumbre política y económica global. El incremento, registrado en los principales mercados internacionales, responde a una combinación de factores que han fortalecido la demanda de activos refugio.

Analistas señalan que la crisis política en Francia, tras la renuncia del primer ministro Sébastien Lecornu, y la transición de liderazgo en Japón, donde Sanae Takaichi se perfila como la primera mujer en dirigir el país, han contribuido a la volatilidad en los mercados de divisas y bonos.

A esto se suma el cierre parcial del gobierno de Estados Unidos, que ya cumple seis días sin un acuerdo presupuestal entre republicanos y demócratas, así como la posibilidad de que la Reserva Federal anuncie un recorte de tasas de interés antes de finalizar el año, lo que impulsa aún más la demanda de oro como refugio seguro.

El repunte ha llevado a que bancos centrales y fondos de inversión refuercen sus reservas del metal, mientras los inversionistas minoristas también recurren al oro físico y a los ETF respaldados por el commodity. Algunos analistas advierten, sin embargo, que la tendencia podría estabilizarse en los próximos días si las tensiones políticas muestran signos de resolución.