MEXICALI.- En la actualidad, el mundo laboral enfrenta un cambio impulsado por las nuevas generaciones. Entre horarios flexibles y home office, los jóvenes no solo buscan un empleo, sino también un espacio que les brinde crecimiento, manejo de su propio tiempo y sentido de propósito.

La Mtra. Alma A. Hernández Alvarado, Coordinadora de la Licenciatura en Administración de Empresas y Coordinadora de Acreditaciones CACECA en CETYS Universidad Campus Mexicali, señala que uno de los puntos claves es la flexibilidad laboral. A diferencia de generaciones anteriores, que normalizaron las jornadas largas, la Generación Z y los millennials priorizan un balance entre vida personal y trabajo.

“Para ellos no se trata únicamente de trabajar desde casa, sino de tener autonomía y control de su tiempo; buscan empresas que respeten su calidad de vida”. Cabe recordar que México es uno de los países con jornadas más extensas en el mundo, con un promedio de 48 horas semanales, lo que subraya la necesidad de repensar los esquemas tradicionales. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en promedio un mexicano trabaja alrededor de 2,137 horas al año, mientras que el promedio de la organización es de 1,716.

El teletrabajo se ha consolidado como una de las demandas más relevantes de las nuevas generaciones, quienes lo perciben como una herramienta para equilibrar su vida personal y profesional. Al respecto, la Mtra. Alma A. Hernández Alvarado destacó que “no se trata únicamente de trabajar desde casa, sino de contar con flexibilidad, autonomía y control del tiempo; elementos que impactan directamente en la calidad de vida”. Además, recordó que desde 2021 la Ley Federal del Trabajo regula esta modalidad, obligando a los empleadores a proporcionar equipo, cubrir gastos de internet y electricidad, y garantizar el derecho a la desconexión digital.

Bienestar y propósito: claves para atraer talento joven

Las organizaciones que integran prácticas de sostenibilidad, programas de bienestar o  iniciativas de equidad de género suelen ser más atractivas para este talento joven. “Hoy vemos compañías que ofrecen desde días de home office hasta programas de apoyo psicológico o actividades de salud mental; esas son señales que las y los jóvenes perciben como compromiso genuino con su bienestar”, explica la Mtra. Hernández.

Otro aspecto esencial es la posibilidad de desarrollo profesional. Esperan que durante su estancia en una empresa puedan crecer en competencias y responsabilidades. “No basta con ofrecer un salario competitivo; también esperan capacitaciones, becas para estudios de posgrado y rutas claras de crecimiento”, puntualiza la experta. Este enfoque, añade, permite que las organizaciones fortalezcan la lealtad y reduzcan la rotación de personal.

Finalmente, la Mtra. Hernández destaca que el reto para las empresas está en adaptar su cultura organizacional a estas nuevas demandas. “Las políticas, reglamentos y objetivos no son estáticos; pueden y deben transformarse. Si una organización quiere atraer y retener a las nuevas generaciones, debe ser flexible, apostar por la innovación y poner al centro a la persona”, concluye.