Los aranceles que impulsa su Gobierno a productos provenientes de China y otros países de Asia no violan ninguna norma internacional y subrayó que la medida no está dirigida contra ninguna nación en particular
CIUDAD DE MÉXICO.- La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que México desea mantener la “muy buena relación” que hay con China y que no pretende abrir un frente de confrontación. Explicó que ya sostuvo conversaciones con autoridades chinas en meses recientes y que la próxima semana habrá nuevas reuniones para abordar el tema.
Aseguró que los aranceles que impulsa su Gobierno a productos provenientes de China y otros países de Asia no violan ninguna norma internacional y subrayó que la medida no está dirigida contra ninguna nación en particular.
Durante la Mañanera del Pueblo desde Palacio Nacional, Sheinbaum afirmó que México desea mantener una “muy buena relación” con el Gobierno en Pekín y que no pretende abrir un frente de confrontación, en medio de tensiones globales por la guerra arancelaria que ha impulsado su principal socio comercial, Estados Unidos, en específico con China.
“No son medidas de coerción y no son contra China. Eso es muy importante. No son medidas contra un país. Tenemos muy buena relación con China y queremos seguir teniendo muy buena relación con ellos”, aseguró.
La mandataria insistió en que la decisión busca fortalecer la producción nacional y que se aplicará a todos los países con los que México no tiene tratados de libre comercio.
El anuncio ocurre después de que el Gobierno chino advirtiera el jueves que “protegerá decididamente sus derechos e intereses” ante el plan mexicano de fijar aranceles de hasta el 50% a diversos productos importados desde Asia, en especial de origen chino.
El portavoz de la Cancillería, Lin Jian, remarcó ayer que Pekín “se opone firmemente a cualquier coerción por parte de terceros”, en referencia a Washington, y defendió una globalización económica “inclusiva y beneficiosa”.
Sheinbaum explicó que México ya sostuvo conversaciones con autoridades chinas en meses recientes y que la próxima semana habrá nuevas reuniones para abordar el tema.
“Siempre vamos a estar abiertos a las pláticas (…) No son medidas discriminatorias ni de coerción, ni nada que tenga que ver con eso, es para todos los países con lo que no tenemos acuerdo comercial y el objetivo es fortalecer la producción nacional”, insistió.
El plan arancelario forma parte del paquete económico 2026, que contempla modificaciones en 1.463 fracciones arancelarias que representan el 8.6% de las importaciones totales del país, con un valor estimado de 52 mil millones de dólares.
Según la Secretaría de Economía, los gravámenes oscilarán entre el 10% y el 50% y se aplicarán a productos provenientes de China, Corea del Sur, India, Indonesia, Rusia, Tailandia y Turquía, entre otros países sin tratado comercial con México.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha justificado la medida como un mecanismo para “proteger a la industria nacional frente a prácticas de ‘dumping'”.