En el mundo hay 36 millones de personas con ceguera y 217 millones con discapacidad moderada a grave.
CDMX.- La uveítis no infecciosa es la quinta causa de ceguera, y algunos de los pacientes que tienen esta afección tardan hasta un año en recibir un diagnóstico preciso.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la cifra estimada de personas con discapacidad visual es de 253 millones; esto es, 36 millones con ceguera y 217 millones con discapacidad moderada a grave.
Se trata de una enfermedad inflamatoria ocular que afecta específicamente al área del ojo conocida como úvea que es la capa media del ojo que se encuentra debajo de la parte blanca, y cuando no es tratada oportunamente, ocasiona daños en la visión, en algunos casos, ceguera permanente.
En conferencia de prensa, donde se dieron a conocer los resultados de la Primera Encuesta en Pacientes Mexicanos con Uveítis, especialistas dijeron que este padecimiento afecta con más frecuencia a mujeres de entre 36 y 45 años de edad, la mayoría con hijos.
Luz Elena Concha del Río, jefa de la Clínica de Enfermedades Inflamatorias Oculares de la Asociación para Evitar la Ceguera en México (APEC) detalló que dicho ejercicio se realizó con el objetivo de conocer el impacto psicosocial y económico que sufren los pacientes diagnosticados con uveítis en México.
Mientras que, la doctora Rashel Cheja, adscrita a dicha Clínica, dijo que entre las principales causas de la uveítis no infecciosa están las enfermedades reumatológicas o infecciosas, por lo que es importante acudir con el especialista para que sea él quien determine el tratamiento adecuado.
Si este padecimiento no es tratado oportunamente, pueden desarrollarse cataratas, edema macular cistoide (acumulación de líquido en la retina) o glaucoma y, en consecuencia, perder la visión.
Por su parte, Laura Romero, directora de Atención a Clientes de IPSOS, empresa que realizó la encuesta, mencionó que entre los hallazgos se confirmó que la uveítis tiene un impacto importante en la calidad de vida del paciente, porque la mayoría considera que ha afectado su vida diaria.
El ausentismo laboral en promedio de dos semanas al año, y los problemas emocionales y de movilidad son las principales consecuencias en su vida cotidiana.
Los pacientes tardan hasta un año en tener un diagnóstico certero y en ese lapso visitan en promedio a cuatro médicos de dos especialidades distintas, y quienes no cuentan con seguridad social gastan entre mil y cinco mil pesos mensuales para atender este mal.