TIJUANA.- El tema de las mascotas ha cobrado gran relevancia en las operaciones de renta, al grado de convertirse en un elemento determinante para cerrar o no un contrato, señaló el Dr. Fermín Kim King, presidente del Consejo Estatal de Profesionales Inmobiliarios de Baja California (CEPIBC).

El dirigente explicó que antes era común encontrar restricciones a los inquilinos con niños o animales, sin embargo, hoy la tendencia se ha modificado debido a la creciente presencia de los llamados “perrhijos”, y a una mayor sensibilidad de los propietarios hacia este fenómeno social.

“Antes la política era permitir sólo un pajarito o un pez, pero esa mentalidad cambió. Hoy los desarrolladores ya incluyen áreas pet friendly y los arrendadores empiezan a aceptar mascotas, aunque en algunos casos con depósitos adicionales o cuotas por posibles daños”, comentó.

El dirigente precisó que alrededor del 40% al 50% de las personas que buscan vivienda en renta ya cuentan con mascotas, especialmente razas pequeñas que se adaptan mejor a espacios como departamentos o casas compactas.

En ese sentido, reconoció que todavía existen reservas con ciertas razas de mayor tamaño o consideradas agresivas, pues requieren condiciones especiales para evitar problemas de convivencia o situaciones de crueldad animal.

El líder empresarial apuntó que cada vez más propietarios muestran flexibilidad, en parte porque ellos mismos tienen mascotas y entienden su valor en la vida familiar, lo que ha permitido que el mercado adopte un enfoque más incluyente.

Por otro lado, el presidente del CEPIBC advirtió sobre el incremento de fraudes en arrendamientos, en los que supuestos arrendadores ofrecen propiedades en redes sociales a precios muy bajos, solicitando depósitos en tiendas de conveniencia.

“Los defraudadores se han vuelto más sofisticados; usan inteligencia artificial y duplican anuncios, lo que pone en riesgo a quienes buscan vivienda”, expresó.

Finalmente, Kim King hizo un llamado a la población a rentar, únicamente, a través de agentes con licencia inmobiliaria o que pertenezcan a una asociación de inmobiliarios certificada, ya que esto ofrece seguridad tanto al propietario como al arrendatario.