La compañía de Elon Musk completó con éxito la misión Starlink 10-11, colocando 28 satélites en órbita y recuperando el propulsor B1067 en un espectáculo que combinó precisión tecnológica y un atardecer memorable
En una nueva demostración de la madurez de su tecnología reutilizable, SpaceX alcanzó un hito histórico con el aterrizaje número 30 del propulsor Falcon 9 B1067, tras el lanzamiento de la misión Starlink 10-11.
El cohete despegó desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, llevando consigo 28 satélites de la constelación Starlink destinados a mejorar la cobertura global de internet. Tras completar la separación, el propulsor regresó de manera controlada y descendió sobre la plataforma autónoma “A Shortfall of Gravitas”, ubicada en el Atlántico.
El momento se volvió viral gracias a la sincronía del aterrizaje con un atardecer que convirtió el evento en un espectáculo visual de ciencia ficción. Más allá de la imagen, el logro reafirma el liderazgo de SpaceX en la reutilización de cohetes, clave para abaratar los costos de acceso al espacio y aumentar la frecuencia de lanzamientos orbitales.
Con este éxito, SpaceX continúa expandiendo su red Starlink, que ya ofrece servicio en múltiples países y aspira a alcanzar zonas rurales y regiones con limitada conectividad. Además, el desempeño del Falcon 9 fortalece la estrategia de la compañía de consolidar vuelos comerciales y preparar el terreno para futuras misiones interplanetarias.