Las fuerzas israelíes lanzaron nuevos ataques aéreos en Siria, centrados en objetivos militares en Damasco y Sweida, en medio de crecientes tensiones en la región y el temor a una nueva escalada del conflicto
En la madrugada de este miércoles 16 de julio, la aviación israelí ejecutó una serie de bombardeos sobre territorio sirio, impactando posiciones militares en las provincias de Damasco y Sweida. De acuerdo con reportes preliminares, los ataques estaban dirigidos a instalaciones vinculadas a grupos respaldados por Irán, así como a arsenales utilizados por milicias que operan en la zona.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos confirmó que los ataques provocaron fuertes explosiones en las inmediaciones de la capital siria y en Sweida, una región de mayoría drusa que recientemente había alcanzado un frágil acuerdo de cese al fuego entre fuerzas locales y el gobierno de Bashar al-Assad. Testigos afirman que los bombardeos causaron daños en infraestructura militar, aunque hasta el momento no se ha confirmado el número de víctimas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no han emitido un comunicado oficial sobre las operaciones, pero fuentes de seguridad israelíes han reiterado su postura de no permitir que Irán refuerce su presencia militar en Siria, país que consideran clave en la red de apoyo logístico de Hezbollah y otras facciones hostiles.
Estos ataques se producen en un contexto regional cada vez más tenso, marcado por la guerra en Gaza, los recientes enfrentamientos en la frontera con Líbano y la presión internacional para alcanzar un alto al fuego. Analistas advierten que la reactivación de las hostilidades en Siria podría escalar a un conflicto más amplio en Medio Oriente.