El comercio, los servicios y el turismo dependen del flujo constante de consumidores, horarios extendidos y atención directa durante fines de semana y días festivos, lo que los vuelve incompatibles con una reducción uniforme de jornada

TIJUANA.- La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) advirtió que la reducción de la jornada laboral, incluso bajo esquemas graduales, no es aplicable ni viable para el sector terciario mexicano debido a sus condiciones estructurales y productivas particulares.

El Dr. Octavio de la Torre de Stéffano, presidente de Concanaco, explicó que a diferencia de la industria manufacturera, donde los procesos se miden por hora trabajada o unidades producidas, el comercio, los servicios y el turismo dependen del flujo constante de consumidores, horarios extendidos y atención directa durante fines de semana y días festivos, lo que los vuelve incompatibles con una reducción uniforme de jornada.

En México, apuntó, más del 71.2 % del empleo formal se concentra en el sector terciario, con más de 33 millones de personas que laboran en entornos dinámicos, de alta rotación y márgenes operativos ajustados, lo cual exige un tratamiento diferenciado ante cualquier reforma de carácter nacional.

“No se puede aplicar la misma lógica de reducción a quien depende del contacto directo con el cliente, esté en una tienda familiar o en una cadena nacional de autoservicio”, aseguró.

El líder empresarial señaló que, según la Recomendación 116 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las reformas en materia de jornada deben basarse en condiciones económicas, sectoriales y de productividad, para evitar daños colaterales a sectores de alta intensidad laboral como el comercio y el turismo.

En otras economías, agregó, como España o Alemania, la reducción de jornada fue acompañada de consultas amplias, inversión en formación y políticas activas para proteger a los sectores más expuestos, lo que contrasta con la falta de diagnóstico técnico en el caso mexicano.

Subrayó que, incluso las grandes empresas del sector terciario, enfrentan altos costos fijos, regulaciones complejas, carga fiscal elevada y plantillas centradas en el servicio al cliente, por lo que una reducción de jornada sin rediseño operativo pondría en riesgo su viabilidad y podría empujar a muchos pequeños negocios a la informalidad.

“Una reforma sin realismo operativo ni diálogo territorial sólo genera más informalidad, menor productividad y mayor incertidumbre para millones de negocios cumplidos”, apuntó De la Torre.

Finalmente, el dirigente destacó que como Confederación se hace un llamado a excluir al sector terciario de cualquier imposición obligatoria en materia de jornada laboral, y a impulsar esquemas alternativos que promuevan la formalización, digitalización y competitividad, bajo una legislación laboral construida con quienes sí cumplen, no contra ellos.