Hay una demanda sólida por bienes intermedios de hierro y acero importados, que difícilmente sean sustituibles en el corto plazo en la economía mexicana: Iteso, Univerdasidad Jesuita de Guadalajara
GUADALAJARA.- Las importaciones de hierro y acero a México cayeron más de 14 por ciento entre enero y abril de 2025, debido a la imposición de aranceles por Donald Trump y una menor demanda de materia prima por una contracción en la industria de la construcción y manufactura.
“La reducción de las importaciones de 14 por ciento respecto a 2024, se explica más por una desaceleración de la demanda interna, vinculada a la construcción y ciertas manufacturas, que a una mejora estructural”, revela un reporte de la Iteso, Universidad Jesuita de Guadalajara.
De enero a abril de 2025, México ha importado más de 5 mil 907 millones de dólares de fundición de hierro y acero frente a la compra de 6 mil 869 millones de dólares adquiridos en el exterior en igual período del año pasado, según el análisis realizado por la Escuela de Negocios del Iteso.
Aunque el comercio se mantuvo en niveles elevados, la ligera ampliación del déficit comercial sugiere una demanda aún sólida por bienes intermedios importados, difícilmente sustituibles en el corto plazo en la economía mexicana, expresa.
También, las exportaciones de la fundición de hierro y acero tuvieron un descenso de 3.27 por ciento en el primer cuatrimestre de 2025. México vendió sólo mil 247 millones de dólares de hierro y acero al exterior, especialmente a Estados Unidos y Canadá.
La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de elevar del 25 por ciento al 50 por ciento los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, incluido México, introduce un nuevo foco de presión sobre las cadenas productivas binacionales.
Aunque las exportaciones mexicanas de estos productos representan del 3 por ciento del total exportado, “su impacto va más allá del monto exportado directamente, dado el papel que estos insumos juegan en industrias clave como la automotriz, la construcción y la fabricación de maquinaria”, comenta la institución.
Más allá de los flujos directos, el impacto del aumento arancelario será transversal: “Afectará a exportadores integrados en cadenas binacionales, pero también tendrá efectos indirectos en sectores que dependen del acero y el aluminio como insumo”, recuerda.
Agrega que el encarecimiento de estos materiales podría reducir la competitividad, afectar márgenes de ganancia y frenar inversiones, particularmente en industrias con fuerte presencia regional como la automotriz o la manufactura avanzada.
Por ello, será fundamental dar seguimiento no solo a la evolución del comercio exterior, sino también al desempeño de las actividades productivas que dependen intensamente de estos insumos, así como a sus estrategias de adaptación frente al nuevo entorno, concluye el reporte.