Las autoridades han insistido en los avances en materia de seguridad, pero aún se está lejos de un verdadero control de la situación, dijo el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP)

CIUDAD DE MÉXICO.- El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advierte que la inseguridad pública es uno de los factores  inhibe la inversión y el crecimiento de México, que será nulo y otros lo ven en terreno negativo.

“Dentro de los factores que inhiben la inversión y el crecimiento sobresale el tema de la inseguridad pública”, afirma el órgano asesor del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Según el organismo encargado de hacer análisis económico y financiero para las empresas, el abatimiento de la inseguridad es uno de los mayores desafíos para el país en el futuro y quizá el más difícil.

“Hemos insistido en que la condición necesaria para que se recupere la economía es la reactivación de la inversión, en especial la privada, que es el principal motor del crecimiento. Sin embargo, en lo que va de este sexenio la inversión muestra una clara tendencia a la baja”, considera.

Según el instituto de investigación económica, en los años recientes los problemas de inseguridad pública se han consolidado como uno de los principales factores que puede obstaculizar el crecimiento económico.

Añade que los elevados niveles de violencia, el fortalecimiento del crimen organizado, la extorsión y la constante impunidad que prevalece en el sistema de justicia son problemas que atentan contra la paz, la estabilidad y el bienestar de la sociedad.

“Las autoridades han insistido en los avances en materia de seguridad, pero las cifras muestran algunos resultados favorables, es sólo en el margen. Aún se está lejos de un verdadero control de la situación”, asegura el CEESP.

La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) para el primer trimestre del presente año, el Inegi señala que el 61.9 por ciento de la población mayor de 18 años considera inseguro vivir en su ciudad, lo que representa el mayor porcentaje desde el reportado en septiembre de 2023 (61.4 por ciento).

Casi dos terceras partes de la población adulta se siente insegura, lo que no puede considerarse como una mejora importante.

En ese mismo lapso, los homicidios dolosos muestran un aumento de 2.3 por ciento, los casos de acosos sexual 218 por ciento y los de extorsión 52.5 por ciento.

Las tendencias del crimen en México son globalmente notorias. De acuerdo con el reporte del Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia, en el ranking 2025, cinco de las ciudades más violentas del mundo se encuentran en México.

“Es claro que la inseguridad tiene elevados costos, tanto para las empresas como para los hogares”, sostiene el CEESP.

Añade que algunas empresas interesadas en invertir en México no las ahuyenta la inseguridad pública, ya que están preparadas por sus operaciones internacionales en lugares donde el problema es similar.

El Índice de Paz México (IPM), elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), muestra que en 2024 este indicador tuvo una modesta mejora de 0.7 por ciento, como resultado de una mejor situación en tres de los cinco indicadores que integran el índice de paz, y un deterioro en los dos restantes.

El documento señala que en materia de paz 24 entidades del país se han deteriorado desde 2015, mientras que ocho entidades han mejorado.

En los últimos diez años la tasa nacional de homicidios ha aumentado un 55 por ciento, en tanto que la tasa nacional de delitos con violencia se elevó 14 por ciento desde 2015.

“Mientras tanto, los recursos del erario asignados a la seguridad no han estado a la altura de las necesidades”, apunta el organismo.

De acuerdo con la clasificación funcional el gasto público, que indica hacia donde se canalizarán los recursos, se aprecia que durante el sexenio pasado el gasto en Asuntos de Orden Público y de Seguridad Interior acumuló una caída de 13.4 por ciento en términos reales.

“En lo que va de este sexenio se aprecia que en el periodo enero-abril del presente año reporta una disminución de 9.8 por ciento”, comenta.

Combatir la inseguridad no es cosa fácil, pero es una necesidad impostergable para el progreso social y económico.

“No hay duda de que reducir la inseguridad es fundamental para impulsar la inversión y el crecimiento económico que permitan el progreso social”, afirma el CEESP.