CIUDAD DE MÉXICO.- El senador Armando Ayala Robles presentó un exhorto ante el Senado de la República para solicitar al Instituto Nacional de Migración (INM) y a la Guardia Nacional (GN), una mayor coordinación en las tareas de revisión y vigilancia en los cruces fronterizos del norte del país, con el fin de evitar afectaciones económicas derivadas del endurecimiento de los filtros de seguridad.

El legislador bajacaliforniano reconoció los avances significativos de la Operación Frontera Norte, implementada por el Gobierno Federal desde el 5 de febrero de este año. Esta estrategia de seguridad nacional ha implicado el despliegue de 10 mil efectivos de la Guardia Nacional a lo largo de la frontera con Estados Unidos, con el objetivo de frenar el tráfico ilegal de armas y drogas.

En el caso de Baja California, el estado ha encabezado operaciones para el decomiso de estupefacientes, destacando un operativo reciente en Ensenada, donde fueron incautados 20 kilos de fentanilo, con un valor estimado de 155 millones de pesos, y la incineración de 297.6 kilos de clorhidrato de cocaína por parte de la Secretaría de Marina.

Sin embargo, el senador advirtió que las medidas de seguridad también han traído consecuencias económicas para la región.

Las revisiones sistemáticas a camiones de carga en las garitas de exportación de Tijuana, Tecate y Mexicali han ralentizado significativamente el flujo comercial.

Ayala Robles también se refirió al incremento en los filtros migratorios para ciudadanos estadounidenses que cruzan a México por la garita de San Ysidro, situación que ha generado inconformidad entre visitantes y comerciantes locales.

“La economía fronteriza depende en gran medida del tránsito diario de personas y mercancías. No podemos permitir que las medidas de seguridad se conviertan en un obstáculo para el desarrollo económico”, advirtió.

Por tal motivo, el senador presentó un punto de acuerdo en el que se exhorta respetuosamente al INM y a la Guardia Nacional a coordinarse para mejorar el flujo peatonal y vehicular en las garitas de San Ysidro, Otay Mesa y Chaparral, garantizando tanto la seguridad nacional como el dinamismo económico de la región.

“Blindar la frontera sí, pero sin cerrar las puertas al comercio legal ni a quienes cruzan diariamente para fortalecer los lazos entre nuestras comunidades. Es momento de encontrar el equilibrio entre seguridad y desarrollo”, concluyó.