En un sorpresivo anuncio desde Londres, el expresidente Donald Trump reveló un acuerdo comercial preliminar con China que reestructura los aranceles y aborda temas estratégicos como exportaciones de tierras raras y políticas migratorias educativas
En el marco de un foro económico internacional, el expresidente estadounidense Donald Trump anunció un acuerdo preliminar con China que, según dijo, pondrá fin a años de tensiones comerciales entre ambas potencias.
El nuevo marco contempla un arancel combinado del 55 % sobre productos chinos, una cifra que incluye medidas anteriores y que busca frenar lo que Trump calificó como “prácticas desleales”. A cambio, China se compromete a flexibilizar sus controles sobre la exportación de tierras raras, elementos fundamentales para la industria tecnológica y de defensa.
Además, el acuerdo incluye disposiciones relacionadas con visas estudiantiles, permitiendo un aumento significativo en la cuota de estudiantes chinos en universidades estadounidenses, lo cual había sido severamente restringido durante la administración anterior.
Pese al optimismo mostrado por los mercados tras el anuncio —con un repunte en Wall Street y la caída de los bonos del Tesoro—, analistas señalan que el documento carece de detalles específicos y aún debe pasar por revisiones tanto en el Congreso de EE.UU. como en el Politburó chino. La Casa Blanca no ha emitido una postura oficial, alimentando especulaciones sobre la viabilidad política del acuerdo.
El anuncio representa un intento de Trump por posicionarse como figura influyente en la política internacional, en medio de un año electoral donde su figura sigue polarizando la opinión pública en Estados Unidos.