En medio de un intercambio de prisioneros entre Ucrania y Rusia, Moscú anuncia el derribo del primer avión F-16 suministrado por Occidente a Kiev. El Kremlin ha recompensado a los soldados responsables con una suma millonaria, aumentando la tensión en el conflicto armado

El Ministerio de Defensa ruso informó este lunes que sus fuerzas lograron derribar un avión de combate F-16 ucraniano, el primero de este tipo desde que Kiev recibió estos cazas como parte del paquete de ayuda militar de Estados Unidos y sus aliados.

Según medios estatales rusos, el presidente Vladimir Putin aprobó una recompensa de 172.000 euros para los soldados implicados en la operación, elevando el suceso a una victoria simbólica en el campo de batalla. La aeronave, uno de los F-16 recientemente desplegados por Ucrania, fue abatida en la región de Zaporiyia, aunque las autoridades ucranianas no han confirmado la pérdida.

La noticia se dio a conocer horas después de que Ucrania y Rusia llevaran a cabo un intercambio de prisioneros mediado por Turquía en Estambul, lo que algunos analistas consideraban un gesto esperanzador en medio del prolongado conflicto que ya supera los tres años.

El derribo marca un punto crítico en la guerra, ya que el despliegue de cazas F-16 por parte de Ucrania había sido considerado un cambio estratégico clave para contrarrestar la superioridad aérea rusa. Expertos internacionales advierten que este acontecimiento podría intensificar la respuesta de Moscú y complicar los esfuerzos diplomáticos en curso.

Por su parte, el gobierno estadounidense no ha emitido aún una declaración oficial sobre el derribo ni sobre las consecuencias del uso de sus aeronaves en el conflicto.