Cuenta con equipo y personal para atender cualquier contingencia que se presente, particularmente en zonas costeras y en las 38 regiones consideradas de alta siniestralidad
MEXICALI.- La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) está lista para enfrentar la temporada de huracanes, a fin de proteger a la población, así como liberar con prontitud el tránsito en las carreteras que pudieran verse bloqueadas.
Por instrucciones del secretario Jesús Antonio Esteva Medina, la Dirección General de Conservación de Carreteras deberá activar el protocolo de emergencias en carreteras del país con maquinaria y personal, principalmente en aquellas regiones de alto riesgo.
Ubicado en puntos estratégicos, este equipo está disponible para atender cualquier contingencia, particularmente en las zonas costeras donde más inciden los huracanes, así como en las 38 regiones consideradas de alta siniestralidad.
Para ello, cuenta con alrededor de 38 maquinarias (con personal que lo opera), entre ellas excavadoras, retroexcavadoras, tractores y camiones de volteo para el movimiento de tierras, a utilizarse en caso de aludes, avalanchas o desplazamiento de pendientes, a fin de liberar los tramos carreteros que pudieran verse bloqueados.
Un equipo de colaboradores de la SICT monitorea constantemente el sistema meteorológico, para determinar cuándo entra un huracán, con qué intensidad y los efectos que éste pudiera provocar.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), con base al Servicio Meteorológico Nacional, este año se prevén alrededor de 30 tormentas tropicales -incluyen al Atlántico y al Pacífico- de diversas categorías, algunas pueden llegar a convertirse en ciclones o huracanes.
Se estima que estos fenómenos meteorológicos se presentan entre los meses de mayo y noviembre.
La SICT se rige por el protocolo “para la atención de emergencias
y desastres provocados por fenómenos perturbadores”, basado en la Ley General de Protección Civil que prevé al Sistema Nacional de Protección Civil; su finalidad es proteger a la sociedad, personas y su entorno ante los riesgos y peligros que representan los agentes perturbadores.
Así como responder de manera eficiente y efectiva, en el ámbito de su competencia, ante situaciones de crisis provocadas por la presencia de dichos agentes que pongan en riesgo a la población, bienes, infraestructura y entorno.
Entre las tareas de protección prevé:
- Aplicar con prioridad los trabajos de conservación rutinaria en tramos carreteros, puentes y obras vulnerables.
- Desazolvar obras de drenaje en las superestructuras y taludes.
- Limpiar cunetas, contracunetas, cauce en las estructuras, canales de entrada y salida de obras de drenaje.
Asimismo, identificar los tramos y estructuras que se encuentran en las zonas de mayor riesgo en la red carretera, y considerar el historial de siniestros, así como establecer rutas alternas en caso de cierres totales en estas vías.