El Papa Francisco estaba consciente pero aún recibía “altos flujos” de oxígeno suplementario este domingo por la mañana, tras pasar por una crisis respiratoria
CIUDAD VATICANO.- El Papa Francisco estaba consciente pero aún recibía “altos flujos” de oxígeno suplementario este domingo por la mañana (hora de Roma), tras pasar por una crisis respiratoria y transfusiones de sangre el día anterior. El pontífice permanecía en estado crítico debido a una complicada infección pulmonar, informó el Vaticano este 23 de febrero.
La breve declaración no mencionó si Francisco estaba fuera de la cama o desayunando, como se había indicado en días anteriores. “La noche pasó con tranquilidad, el Papa descansó”, decía.
El Vaticano indicó más tarde que Francisco estaba consciente, seguía recibiendo oxígeno suplementario y se le estaban realizando más pruebas clínicas.
Los médicos dijeron el sábado 22 de febrero que el papa de 88 años, al que se le extirpó parte de un pulmón en su juventud, se encontraba en estado crítico. El sábado por la mañana sufrió una prolongada crisis respiratoria asmática durante su tratamiento por neumonía y una compleja infección pulmonar.
El papa recibió “altos flujos” de oxígeno para ayudarle a respirar a través de un tubo nasal. También recibió transfusiones de sangre después de que las pruebas mostraran un bajo conteo de plaquetas, que son necesarias para la coagulación, según informó el Vaticano en una actualización por la noche.
La declaración del sábado también indicó que el pontífice “continúa alerta y pasó el día en un sillón, aunque con más dolor que ayer”. Los médicos señalaron que el pronóstico era “reservado”.
Los médicos han indicado que la situación de Francisco es incierta, dada su edad, fragilidad y enfermedad pulmonar preexistente.
Francisco debía haber celebrado una misa el domingo por la mañana en la basílica de San Pedro y ordenar a diáconos como parte de la conmemoración del Año Santo del Vaticano.
El organizador del Año Santo, el arzobispo Rino Fisichella, celebró la misa en su lugar y ofreció una oración especial por Francisco desde el altar antes de pronunciar la homilía que el papa había preparado.
“Aunque esté en una cama de hospital, sentimos al Papa Francisco cerca de nosotros, lo sentimos presente entre nosotros”, dijo Fisichella a los cientos de diáconos vestidos de blanco. “Y esto nos obliga a hacer aún más fuerte e intensa nuestra oración para que el Señor lo asista en su tiempo de prueba y enfermedad”.