El papa Francisco, hospitalizado en el hospital Gemelli, permanece en estado “crítico” tras sufrir este sábado una crisis respiratoria

CIUDAD VATICANO.- El papa Francisco, hospitalizado en el hospital Gemelli, permanece en estado “crítico” tras sufrir este sábado una crisis respiratoria, por lo que se le tuvo que suministrar oxígeno.

Presenta trombocitopenia debido a una anemia que requirió transfusiones de sangre, según el último parte médico.

Francisco, que ha estado hospitalizado durante una semana con una infección pulmonar compleja, también recibió transfusiones de sangre después de que las pruebas mostraran una condición asociada con la anemia, dijo el Vaticano en una actualización tardía.

“El Santo Padre continúa alerta y ha pasado el día en un sillón, aunque con más dolor que ayer. Por el momento el pronóstico es reservado”, dice el comunicado.

Horas antes, los médicos habían dicho que Francisco estaba batallando contra una neumonía y una compleja infección respiratoria que, según los médicos, sigue siendo impredecible y lo mantendrá hospitalizado al menos una semana más.

El Vaticano prosiguió el sábado con sus celebraciones del Jubileo sin el Papa.

En una breve actualización emitida el sábado temprano, se informó que Francisco había pasado buena noche.

Sin embargo, los doctores han advertido que la principal amenaza que enfrenta el papa sería la aparición de sepsis, una infección grave de la sangre que puede producirse como complicación de la neumonía. Pero hasta el viernes, no había evidencia de sepsis, y Francisco respondía a los diversos medicamentos que está tomando, informó su equipo médico en su primera actualización detallada sobre su estado.

“No está fuera de peligro”, explicó su médico personal, Luigi Carbone. “Como todos los pacientes débiles, digo que siempre están en una balanza de oro: en otras palabras, se necesita muy poco para perder el equilibrio”.

Francisco, que padece una enfermedad pulmonar crónica, fue ingresado en el hospital Gemelli el 14 de febrero después del empeoramiento de la bronquitis.

Los médicos le detectaron primero una compleja infección respiratoria viral, bacteriana y fúngica, y luego la aparición de neumonía en ambos pulmones. Le prescribieron “reposo absoluto” y una combinación de cortisona y antibióticos, junto con oxígeno suplementario cuando lo necesite.

Carbone, quien organizó su atención en el Vaticano junto a su enfermero personal, Massimiliano Strappetti, reconoció que el papa había insistido en quedarse en la Santa Sede para trabajar, incluso después de enfermar, “debido a compromisos institucionales y privados”. Antes de su hospitalización, fue atendido por un cardiólogo y un especialista en enfermedades infecciosas, además de por su equipo médico personal.

El doctor Sergio Alfieri, jefe de medicina y cirugía en el hospital Gemelli de Roma, dijo que la mayor amenaza que enfrenta Francisco es que alguno de los gérmenes que se encuentran en su sistema respiratorio pase al torrente sanguíneo y provoque una sepsis. La sepsis puede provocar insuficiencia orgánica y la muerte.

“La sepsis, con sus problemas respiratorios y su edad, sería realmente difícil de superar”, señaló Alfieri en una conferencia de prensa en el hospital el viernes.

“Él sabe que está en peligro”, agregó Alfieri. “Y nos dijo que lo transmitiéramos”.

Más allá de eso, los médicos adelantaron que su recuperación tomará tiempo y que tendrá que seguir viviendo con sus problemas respiratorios crónicos cuando regrese al Vaticano.

“Tiene que superar esta infección y todos esperamos que lo logre”, dijo Alfieri. “Pero la realidad es que todas las posibilidades están abiertas”.