El estelar jardinero dominicano se coronó en la Serie del Caribe y ahora se alista para su séptima temporada con Toros de Tijuana en LMB

TIJUANA.- Al inicio de la segunda temporada 2018 se encendieron los focos de alerta en Toros de Tijuana, al caer una de sus figuras y pilares del campeonato del año anterior.

Cyle Hankerd, uno de los afamados “Bombarderos del Cerro Colorado” fue puesto en la lista de inactivos por una lesión en la espalda y cadera. La baja del cañonero californiano dejó un hueco notable en la alineación que la directiva se dio a la tarea de llenar a la brevedad.

Sólo se habían jugado cinco duelos del calendario regular y Hankerd ya estaba fuera de circulación para nunca volver con los fronterizos.

En aquel lejano 2018, la vacante la cubrió Junior Lake, quien inició la campaña con Bravos de León y, tras los mismos cinco juegos de Hankerd, pasó a Tijuana en un cambio por los lanzadores César Carrillo y Sergio Alvarado.

El 11 de julio el cañonero dominicano se vistió por primera ocasión con los colores fronterizos. Seguramente nunca imaginó que se quedaría por tantos años.

Ahora, 405 juegos después, Junior Osvaldo Lake está entre los líderes históricos de la franquicia y es uno de los jugadores favoritos de la afición.

El viernes, el quisqueyano acordó jugar una temporada más con Toros de Tijuana.

CAMINO DE ÉXITO

Su presentación -el 11 de julio del 2018- fue contra Tigres de Quintana Roo en el Estadio Beto Ávila de Cancún y al día siguiente, en ese mismo escenario, se apuntó con su primer hit como integrante de la embestida.

Ese batazo fue contra Barry Enright, un lanzador de pasado astado y que fue parte de las temporadas 2015 y 2016 que consolidó a la novena fronteriza como un equipo protagonista.

Lake produjo sus primeras carreras el 14 de julio contra Leones de Yucatán en el Estadio Kukulcán de Mérida. Con doblete remolcó a Justin Greene y Corey Brown para una victoria fronteriza en la capital yucateca.

Y su primer batazo de cuatro esquinas fue en Tijuana contra Pericos de Puebla en el coso de la Colonia Capistrano. Para que no hubiera dudas, ese día la botó dos veces en el mismo juego y empezó la carrera que ahora lo tiene en el primer lugar de la lista de poder.

Sus 75 cañonazos son la cifra alta de la franquicia y se empieza a alejar de sus escoltas en la lista histórica.

SEGURIDAD EN EL CENTRO

Nadie ha defendido el jardín central en más juegos que Junior Lake.

A lo largo de la historia de Toros de Tijuana, el guardabosque dominicano ha cubierto el prado central en 377 juegos de temporada regular, lo que equivale a casi el 34 por ciento de los duelos del conjunto fronterizo en los once años de historia en LMB (incluyendo el 2004).

Su ventaja es amplia y seguirá aumentando sobre Eduardo Arredondo (263), quien es su más cercano perseguidor, seguido de Corey Brown (175).

Cuando debutó, Lake lo hizo como titular del jardín derecho, ya que la posición “8” era propiedad de Corey Brown. Fue hasta el 22 de julio cuando tuvo su primera participación como encargado de la parte central de la defensa en las praderas.

Además de sus 377 duelos en el jardín central, Lake suma 18 juegos como jardinero derecho, tres en el izquierdo y seis como bateador designado.

Su fino guante y su capacidad para patrullar una gran cantidad de espacio quedaron de manifiesto con vistosas atrapadas, sobre todo en la temporada 2021 cuando fue pilar en la conquista del segundo campeonato para Toros de Tijuana.

La próxima campaña el dominicano se convertirá en el primer jardinero con más de cuatrocientos duelos disputados con la casaca fronteriza.