Los detenidos enfrentan múltiples cargos, incluyendo homicidio, extorsión, tráfico de drogas y armas, y su vinculación con La Familia Michoacana y el Cártel de Sinaloa

SAN DIEGO, CALIFORNIA.- Autoridades estadounidenses detuvieron a 39 presuntos miembros de la Mafia Mexicana en San Diego, California, como parte de la operación encubierta denominada "Los Impuestos".

Los detenidos enfrentan múltiples cargos, incluyendo homicidio, extorsión, tráfico de drogas y armas, y su vinculación con cárteles de drogas mexicanos como La Familia Michoacana y el Cártel de Sinaloa.

La operación también reveló una serie de actividades violentas, como el intento de destruir un negocio con una granada, tras la negativa de los propietarios de pagar extorsiones conocidas como "impuestos".

Según la fiscal de distrito de San Diego, Summer Stephan, la Mafia Mexicana, también conocida como La EME, es una de las pandillas carcelarias más grandes y establecidas en Estados Unidos.

Esta organización, formada originalmente en las prisiones de California, lleva más de 50 años operando y se extiende más allá de las cárceles, utilizando a pandilleros tanto dentro como fuera de prisión para llevar a cabo sus actividades criminales.

A lo largo de los años, la Mafia Mexicana ha mantenido vínculos con otros cárteles de drogas, como el de La Familia Michoacana, y ha impuesto su dominio sobre numerosos territorios en el suroeste de Estados Unidos.

Durante la operación "Los Impuestos", que se llevó a cabo durante seis meses de investigaciones encubiertas, las autoridades lograron desarticular una red criminal que operaba en diversas áreas del condado de San Diego, incluidos Barrio Logan, City Heights y el sur del condado.

Los pandilleros extorsionaban a negocios, tanto legales como ilegales, exigiendo pagos de "impuestos" bajo amenaza de violencia extrema. En algunos casos, los negocios fueron atacados con cócteles molotov, mientras que en otros, la amenaza era mucho mayor: se descubrió que los pandilleros planeaban hacer explotar una granada en un establecimiento que se había negado a pagar.

La operación resultó en la incautación de dos granadas y una serie de armas y drogas, incluidas pistolas fantasma y rifles AR-15.

Las fuerzas de seguridad, incluyendo la DEA, la ATF y la Policía de San Diego, también lograron prevenir varios actos violentos que se encontraban en proceso de ejecución. Este esfuerzo coordinado evitó una posible escalada de violencia que podría haber afectado a más comunidades locales.

La fiscal Stephan subrayó la importancia de esta operación, calificándola como un golpe contundente contra la Mafia Mexicana y su red de pandilleros.

“Estos criminales actuaban bajo las órdenes de líderes de pandillas encarcelados y recurrían a la extorsión y violencia para controlar negocios y continuar su tráfico de drogas y armas”, declaró la fiscal.

La colaboración entre agencias, incluyendo la Policía de San Diego, la DEA, la ATF y la Oficina del Fiscal de Distrito, fue clave para el éxito de la operación. Según Scott Wahl, jefe de la Policía de San Diego, la intervención demuestra el compromiso de las autoridades con la seguridad pública y la lucha contra la violencia relacionada con las pandillas.

Los 39 detenidos enfrentan cargos en 20 casos penales separados, con delitos que incluyen homicidio, conspiración para cometer homicidio, extorsión y tráfico de armas de fuego.

Las penas para estos cargos podrían variar desde tres años hasta cadena perpetua en prisión. Aunque algunos de los acusados ya estaban bajo custodia por otros delitos, ocho permanecen prófugos.