París celebró este sábado la reapertura de la catedral de Notre Dame, cinco años después del incendio que casi destruyó uno de los símbolos más icónicos de Francia.

En una emotiva ceremonia presidida por el arzobispo de París, Laurent Ulrich, y en presencia de líderes mundiales, se destacó el esfuerzo colectivo de restauradores, arquitectos y bomberos que devolvieron su esplendor al monumento.

El presidente Emmanuel Macron, quien prometió la reconstrucción de la catedral poco después del incendio, calificó la reapertura como un “renacimiento” para Francia y un recordatorio del poder de la unidad nacional.

Más de 12 millones de visitantes anuales solían transitar por sus pasillos antes de la tragedia, y se espera que vuelva a ocupar un lugar central en el turismo y la cultura global.

Durante el evento, se rindió homenaje a los bomberos que evitaron la pérdida total de la catedral y a los equipos que, con precisión histórica y tecnológica, reconstruyeron elementos como la icónica aguja. A partir de este domingo, la catedral estará abierta al público nuevamente.