Con el inicio de sus operaciones, el Observatorio Vera C. Rubin en Chile promete revolucionar el estudio del cosmos mediante el descubrimiento de fenómenos transitorios y asteroides cercanos a la Tierra, gracias a su cámara digital sin precedentes
El Observatorio Vera C. Rubin, ubicado en Chile, comenzó sus operaciones este mes, marcando un hito significativo en la astronomía moderna. Equipado con un telescopio de 8 metros de diámetro y una cámara digital de 3,2 gigapíxeles, la más grande jamás construida, este observatorio está diseñado para mapear el cielo nocturno con un detalle y rapidez inigualables.
Uno de los principales objetivos del proyecto es el descubrimiento de fenómenos astronómicos transitorios, como supernovas y explosiones estelares, así como la identificación de asteroides cercanos a la Tierra, contribuyendo a la seguridad planetaria. La cámara, que puede capturar imágenes de una porción del cielo equivalente a 40 lunas llenas, permitirá a los científicos recopilar datos que podrían redefinir nuestra comprensión del universo.
El observatorio, parte del proyecto Legacy Survey of Space and Time (LSST), también servirá para rastrear materia oscura y energía oscura, proporcionando información valiosa sobre la estructura y evolución del cosmos.
“La inauguración de este observatorio es un salto cuántico para la astronomía observacional”, comentó un portavoz del equipo científico. “Estamos en la cúspide de nuevos descubrimientos que podrían cambiar nuestra perspectiva del universo”.