El alto el fuego entre Israel y el grupo militante Hezbolá, mediado por Estados Unidos, pone fin a meses de desplazamiento forzoso. Miles de libaneses comienzan a regresar a sus hogares mientras la región celebra una frágil paz
Beirut, Líbano.- Un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá entró en vigor la madrugada del miércoles, devolviendo una esperanza de estabilidad al sur del Líbano, una región devastada por la violencia y los desplazamientos. La tregua, mediada por Estados Unidos, marca un hito en la relación conflictiva entre ambos bandos, aunque permanece la incertidumbre sobre su duración.
El alto el fuego permitió a miles de residentes desplazados regresar a sus hogares entre celebraciones y reuniones familiares. “Es una mezcla de alivio y temor”, declaró Ahmad Al-Husseini, un habitante de la región que perdió su casa en los ataques recientes. “Estamos agradecidos de volver, pero sabemos que esta calma puede ser temporal”.
Funcionarios estadounidenses confirmaron que el acuerdo se alcanzó tras semanas de negociaciones intensas en las que participaron también representantes de Francia. El Gabinete de Seguridad israelí aprobó la tregua, en lo que analistas internacionales consideran un movimiento estratégico frente a las presiones internacionales y la creciente inestabilidad regional.
Hezbolá, por su parte, celebró el alto el fuego como una victoria, afirmando que su resistencia obligó a Israel a cesar las hostilidades. Sin embargo, los líderes israelíes insisten en que la pausa se utiliza para evaluar tácticas y estrategias futuras en el conflicto.
Mientras la región respira una momentánea calma, organizaciones humanitarias hacen un llamado para garantizar la seguridad de los civiles y la reconstrucción de las zonas afectadas.