En las zonas afectadas por la DANA en Valencia, España, ya empiezan manifestarse los primeros efectos en la salud de los damnificados y voluntarios

VALENCIA, ESPAÑA.- En las zonas afectadas por la DANA en Valencia, España, ya empiezan manifestarse los primeros efectos en la salud de los damnificados y voluntarios.

De acuerdo con autoridades locales, hasta ahora se habían visto casos de gastronteritis y también se recomendó la vacunación contra el tétanos   para que aquellos que no tuvieran esta protección; sin embargo, la Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana ha informado de dos posibles casos de leptospirosis.

La leptospira es una bacteria endémica de Valencia que se da principalmente en las inundaciones, la albufera (cúmulo de agua salada) y las acequias (una zanja o canal a cielo abierto para conducir el agua de regadío). Esta aparece principalmente en tres lugares en España: en el Delta del Ebro, en la Albufera de Valencia y en las Marismas de Huelva.

Dicha bacteria puede transmitirse a través del contacto con el agua, alimentos y el suelo contaminados que contengan orina contaminada (leptospiras) de animales infectados, los cuales pueden ser domésticos o silvestres.

Estos animales pueden convertirse en portadores asintomáticos de la bacteria leptospira, en especial si se trata de perros, gatos, cerdos, caballos y ratas. Estos últimos tienden a ser los mayores reservorios de esta enfermedad, la cual puede propagarse como epidemia después de lluvias fuertes o inundaciones.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “los seres humanos generalmente adquieren la leptospirosis por contacto directo con la orina de animales infectados o con un ambiente contaminado por orina”, aunque la transmisión de humano a humano ocurre muy raramente.

Puede presentarse con una amplia variedad de manifestaciones clínicas, desde una forma leve a una enfermedad grave y a veces fatal. Sus síntomas también pueden parecerse a varias enfermedades de tipo gripal como la infuenza, el dengue y otras hemorrágicas de origen viral, por lo que el diagnóstico correcto puede salvar vidas, principalmente en situaciones de brotes.

Los síntomas más frecuentes son fiebre, dolor de cabeza, mialgia (en particular en el músculo de la pantorrilla), infección conjuntival, ictericia y malestar general.

Entre los síntomas más graves por leptospirosis se encuentran:

- Síndrome de Weil caracterizado por ictericia, falla renal, hemorragia y miocarditis con arritmias.

- Meningitis/meningo encefalitis.

- Hemorragia pulmonar con falla respiratoria.

Respecto a su periodo de incubación, la OPS apunta que la enfermedad se presenta por lo general entre 5 y 14 días después de la infección, con un rango de 2 a 30 días.

Su diagnóstico se basa en la serología (búsqueda de anticuerpos específicos en la sangre) junto con una presentación clínica y datos epidemiológicos. No obstante, el aislamiento de leptospiras es la única prueba directa y definitiva de la infección.