El expresidente boliviano afirmó que sobrevivió a un intento de asesinato el domingo después de que hombres no identificados abrieron fuego contra su automóvil

LA PAZ, BOLIVIA.- El expresidente boliviano Evo Morales afirmó que sobrevivió a un intento de asesinato el domingo después de que hombres no identificados abrieron fuego contra su automóvil. Morales no resultó herido y las autoridades no confirmaron de inmediato el ataque.

Morales afirmó que los disparos se produjeron mientras conducía por la región cocalera de Chapare, en Bolivia, el bastión rural del ex presidente, cuyos residentes han bloqueado la principal carretera este-oeste del país durante las últimas dos semanas.

Los bloqueos de carreteras —en protesta contra lo que los partidarios de Morales denuncian como intentos del presidente Luis Arce de sabotear a su antiguo mentor y acérrimo rival político— han aislado ciudades e interrumpido el suministro de alimentos y combustible.

Morales, quien gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, salió ileso del presunto ataque el domingo, apareciendo en su programa de radio semanal con su habitual calma para contar lo sucedido.

Dijo al locutor de radio que cuando salía de su casa rumbo a la emisora, hombres encapuchados dispararon al menos 14 tiros contra su vehículo, hiriendo a su chofer.

Morales no tardó en culpar a su sucesor, el presidente Arce , con quien se enfrenta para ser el candidato del partido socialista gobernante en las elecciones presidenciales del año próximo. Afirmó que el gobierno de Arce recurrió a la fuerza física al no haber podido derrotarlo políticamente.

“Arce va a pasar a la historia como el peor presidente de la historia”, dijo Morales. “Dispararle a un expresidente es la gota que colma el vaso”.

Los funcionarios del gobierno de Arce no respondieron a las solicitudes de comentarios sobre el incidente.

Un video grabado con un teléfono celular que circula en línea muestra al conductor de Morales sangrando por la parte posterior de su cabeza. Se puede ver a Morales en el asiento del pasajero sosteniendo un teléfono en su oído mientras el vehículo se desvía y se escucha una voz de mujer gritando "¡Agáchate!".

En las imágenes se ve el parabrisas delantero del vehículo agrietado por al menos tres balazos y el parabrisas trasero destrozado. Se puede escuchar a Morales decir: “Papacho recibió un disparo en la cabeza”, aparentemente refiriéndose a su conductor.

“Nos están disparando”, continúa Morales por teléfono. “Le dispararon a la llanta del carro y se paró en la carretera”.

La afirmación de Morales profundiza las tensiones políticas en Bolivia en un momento volátil para la nación andina de 12 millones de habitantes, que padece problemas económicos.

En junio hubo un supuesto intento de golpe de Estado por parte de un general rebelde. El mes pasado, Morales encabezó una marcha multitudinaria contra la mala gestión de la economía por parte del gobierno, que rápidamente derivó en enfrentamientos callejeros con turbas progubernamentales. Los productos importados escasean y los precios están aumentando . Los conductores esperan horas para repostar en las gasolineras. La brecha entre los tipos de cambio oficiales y los del mercado negro se está ampliando.

A principios de este mes, la disputa entre Morales y Arce llegó a los tribunales cuando los fiscales bolivianos iniciaron una investigación sobre las acusaciones de que Morales engendró un hijo con una niña de 15 años en 2016, clasificando su relación como violación legal.

Morales ha rechazado las acusaciones por considerarlas de motivación política y se ha negado a testificar en el caso. Desde que surgieron informes sobre una posible orden de arresto en su contra, el expresidente se ha refugiado en la región del Chapare, en el centro de Bolivia, donde los cultivadores de coca que lo apoyan han estado vigilando atentamente para protegerlo de ser arrestado.

El presidente Arce acusa a Morales de intentar socavar su administración para avanzar sus propias ambiciones.