A pocas semanas de las elecciones del 5 de noviembre, la comunidad latina en Estados Unidos se convierte en un grupo decisivo, con candidatos intensificando sus esfuerzos para ganar su apoyo en los estados clave

Con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, los ojos de los partidos políticos están puestos en la comunidad latina, un sector que podría inclinar la balanza en los resultados finales.

A lo largo de la campaña, tanto demócratas como republicanos han lanzado esfuerzos dirigidos a captar el voto latino, especialmente en estados como Arizona, Florida, y Texas, donde este grupo demográfico tiene una fuerte presencia.

Diversos sondeos revelan que los votantes latinos no son un bloque monolítico, ya que sus intereses y preocupaciones varían según la región y la generación a la que pertenecen. Temas como la economía, la migración, y el acceso a la salud han sido mencionados como prioritarios por muchos de estos votantes. En respuesta, los candidatos han ajustado sus discursos para conectar mejor con este electorado.

Sin embargo, la falta de participación histórica de la comunidad latina en las urnas sigue siendo un reto. Según varios analistas, el esfuerzo de ambas campañas no solo estará en convencer, sino en movilizar a este importante grupo.