En 2011 Fernando Karadima Farina fue encontrado culpable por el Vaticano de varios cargos de abuso sexual y sentenciado a una vida de penitencia y oración.

EL VATICANO.- El sacerdote Fernando Karadima Farina, de la arquidiócesis de Santiago, se convirtió en el segundo clérigo chileno expulsado por el Papa Francisco por su implicación en abusos sexuales.

En 2011 Karadima Farina fue encontrado culpable por el Vaticano de varios cargos de abuso sexual y sentenciado a una vida de penitencia y oración. Sin embargo, la Santa Sede informó en un comunicado de prensa el despido del estado clerical, del que fue objeto por parte del Papa Francisco, la sanción más fuerte que el Papa puede otorgar.

"El papa Francisco ha dimitido del estado clerical a Fernando Karadima Fariña, de la Archidiócesis de Santiago de Chile. El Santo Padre ha tomado esta decisión excepcional en conciencia y por el bien de la Iglesia. El Santo Padre ha ejercido su “potestad ordinaria, que es suprema, plena, inmediata y universal en la Iglesia” (Código de Derecho Canónico, canon 331), consciente de su servicio al pueblo de Dios como sucesor de San Pedro", reza el comunicado sobre el despido, que ocurre en medio de un nuevo alud de abusos de sacerdotes pederastas ocurridos por décadas en varias partes del mundo y hechos públicos recientemente.

Cristián Precht, era el único sacerdote chileno expulsado por su implicación en abusos sexuales. El Papa Francisco ordenó hace poco la "reducción a la condición laical" del hombre que durante las décadas de los 70 y 80 dirigió la Vicaría que ofreció refugio y apoyo a los perseguidos políticos del régimen de facto del general Augusto Pinochet.

En mayo de este año, Francisco mandó llamar a 34 obispos chilenos al Vaticano y éstos presentaron sus renuncias en bloque tras reconocer que habían cometido "graves errores y omisiones". El Vaticano ya ha aceptado las renuncias de siete sacerdotes.

Greg Burke, portavoz de la Santa Sede explicó: “Hay dos claves para entender este decreto: la primera, que el Papa lo hace en conciencia. La segunda clave, la motivación: por el bien de la Iglesia. La dimisión del estado clerical de Fernando Karadima es un paso más en la línea férrea del Papa Francisco ante los abusos. Estábamos ante un caso muy serio de podredumbre y había que arrancarlo de raíz. Se trata de una medida excepcional, sin duda, pero los delitos graves de Karadima han hecho un daño excepcional en Chile”.

Sin embargo, aún está pendiente el caso del obispo Juan Barros, hombre de extrema confianza del Papa y nombrado en el cargo por él en 2015, acusado de encubrir a Karadima durante años y en cuya visita a Chile Francisco defendió, asegurando que no había ninguna prueba en su contra y todas eran calumnias, declaraciones de las cuales luego se disculpó y encargó una investigación.

Juan Carlos Cruz, una de las víctimas reaccionó en Twitter: “El pedófilo Karadima expulsado del sacerdocio. Nunca pensé que vería este día. Un hombre que le arruinó la vida a tantas personas. Agradezco que el Papa Francisco haya tomado esta determinación al fin. Espero que muchos sobrevivientes sientan un ligero alivio hoy”.

Él fue abusado por Karadima durante ocho años, desde que cuando era un adolescente de 15 acudió a pedirle ayuda espiritual a la iglesia tras la muerte de su padre.

Con infomación de agencias