Afirma haber deshecho un plan de asesinato dirigido por Irán, un día después de las explosiones de radios de Hezbolá, que se sumaron a las explosiones de buscapersonas con trampas explosivas

LÍBANO.- Los sofisticados ataques contra los equipos de comunicaciones utilizados por el grupo armado Hezbolá, respaldado por Irán, han sembrado el desconcierto en Líbano, donde los residentes, presas del pánico, han abandonado sus teléfonos móviles.

En Beirut se oía un lejano estruendo en el cielo, que según medios de comunicación estatales libaneses eran aviones israelíes rompiendo la barrera del sonido, un ruido cada vez más habitual en los últimos meses.

Israel dijo que sus aviones de guerra habían atacado pueblos del Sur de Líbano durante la noche, y una fuente de seguridad y la cadena de televisión Al Manar de Hezbolá informaron de que los ataques aéreos cerca de la frontera se habían reanudado el jueves poco después del mediodía.

Las utilizadas por Hezbolá detonaron el miércoles en todo el Sur de Líbano, matando a 20 personas en el día más mortífero del país desde que estallaron los combates transfronterizos entre los militantes e Israel paralelamente a la guerra de Gaza el año pasado.

El día anterior, cientos de localizadores –utilizados por Hezbolá para eludir la vigilancia por teléfono móvil– explotaron a la vez, matando a 12 personas, entre ellas dos niños, e hiriendo a casi 3,000.

En un mensaje en X, el primer ministro libanés, Najib Mikati, pidió al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que adoptara una postura firme para detener la “agresión” y la “guerra tecnológica” de Israel contra su país.

Israel no ha hecho comentarios directos sobre los walkie-talkies y buscapersonas con trampas explosivas, pero múltiples fuentes de seguridad han afirmado que los ataques fueron llevados a cabo por su agencia de espionaje, el Mossad.

Israel afirma que su conflicto con Hezbolá, al igual que su guerra en Gaza contra el grupo miliciano palestino Hamás, forma parte de un enfrentamiento regional más amplio con Irán, que patrocina a ambos grupos, así como a movimientos armados en Siria, Yemen e Irak.

El jueves, las fuerzas de seguridad israelíes anunciaron que un el mes pasado tras asistir al menos a dos reuniones en Irán, en las que habló de asesinar al primer ministro Benjamin Netanyahu, al ministro de Defensa o al jefe de la agencia de espionaje Shin Bet.