Tras casi dos décadas de espera, la secuela de La Pasión de Cristo, titulada Resurrection, está lista para comenzar su rodaje en 2025, con Jim Caviezel retomando su icónico papel como Jesús. El nuevo proyecto explorará temas espirituales profundos y promete una narrativa visualmente impresionante
Mel Gibson ha dado un gran paso hacia la producción de la tan esperada secuela de su exitosa película La Pasión de Cristo (2004). El filme, que recaudó más de $600 millones a nivel mundial y generó tanto aclamación como controversia por su representación gráfica de la crucifixión de Jesús, volverá con una segunda entrega bajo el título The Passion of the Christ: Resurrection. Se espera que el rodaje comience a principios de 2025, según fuentes cercanas a la producción.
La secuela contará nuevamente con Jim Caviezel en el papel de Jesús, y estará centrada en los eventos que rodean la crucifixión y resurrección de Cristo, así como su descenso al infierno, un episodio bíblico conocido como el Harrowing of Hell.
Este enfoque promete profundizar en aspectos espirituales y filosóficos de la narrativa cristiana, con Gibson describiendo el proyecto como “más poético y filosófico” en comparación con la película original.
El director ha trabajado estrechamente con el guionista Randall Wallace, con quien coescribió la historia. La versión final del guion se completó recientemente, luego de años de reescrituras y ajustes. Los informes sugieren que la película podría dividirse en dos partes, lo que daría más espacio para explorar la trama desde una perspectiva espiritual más profunda. Gibson también ha prometido que la película tendrá un enfoque visual que él mismo ha descrito como un “viaje ácido” a través de otros reinos.
El estreno de La Pasión de Cristo en 2004 generó gran polémica, no solo por su violencia explícita, sino también por las acusaciones de antisemitismo. A pesar de la controversia, la película fue un éxito rotundo en taquilla y dejó una huella indeleble en la cinematografía religiosa. Con Resurrection, Gibson busca mantener su estilo visceral pero explorando nuevas dimensiones en la espiritualidad de la historia.