Un informe de la Organización Mundial de la Salud revela que la mala calidad del aire en interiores contribuye a la contaminación urbana y afecta la salud de órganos vitales como el corazón, más allá de los pulmones

Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte sobre el grave impacto que tiene la mala calidad del aire en espacios interiores en la salud pública y el medio ambiente. Aunque tradicionalmente se ha asociado con enfermedades respiratorias, como el asma y la bronquitis, nuevas investigaciones revelan que la exposición prolongada a contaminantes en el aire afecta otros órganos vitales, como el corazón.

“La contaminación del aire en interiores es un peligro invisible que muchos subestiman. No solo está enfermando a las personas, sino que también está contribuyendo significativamente a la polución que vemos en nuestras ciudades”, explicó un portavoz de la OMS. Estudios recientes muestran que los compuestos volátiles y partículas finas en espacios cerrados no solo agravan enfermedades respiratorias, sino que se vinculan con afecciones cardíacas y problemas neurológicos.

En un mundo cada vez más urbanizado, donde la mayoría de las personas pasa el 90% de su tiempo en interiores, desde oficinas hasta hogares, la calidad del aire que respiramos se ha convertido en una preocupación crítica. Los expertos señalan la necesidad urgente de mejorar la ventilación en edificios y adoptar políticas que promuevan la construcción sostenible y el uso de materiales no tóxicos.

Este informe llega en un momento crucial, ya que las ciudades enfrentan niveles alarmantes de contaminación, agravados por el cambio climático y el crecimiento industrial. La OMS hace un llamado a gobiernos y empresas a tomar medidas inmediatas para mejorar los estándares de calidad del aire, tanto en interiores como en exteriores.